El Ministerio de Medio Ambiente está estudiando la posibilidad de trasvasar agua desde el Tajo extremeño hasta la cuenca del Segura. En este sentido, y según ha avanzado el POSE murciano y publicó ayer el diario ABC, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero estaría barajando en estos momentos hasta tres opciones para completar los 600 hectómetros cúbicos anuales que permite la ley que regula el trasvase Tajo-Segura, entre ellas la vía extremeña.

El secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura, señaló que esta nueva opción se debe a que el Tajo extremeño tiene unos elevados excedentes de agua. El problema, según admite el propio Saura, es que no está claro técnicamente cómo se podría ejecutar este trasvase, que debería trasladar el agua de un lado a otro de la Península.

Por el contrario, este dirigente socialista entiende que el hipotético trasvase extremeño no plantearía ningún problema con Portugal, puesto que estas aguas se derivarían "a cuenta de los excedentes trasvasables recogidos en la ley del Tajo-Segura".

DESDE EL JARAMA De las otras dos opciones que en estos momentos baraja el Ministerio de Medio Ambiente, la que cuenta con más posibilidades, según Saura, es la que trasvasaría agua del Jarama dedicada a los regadíos. Esas aguas --hasta 225 hectómetros cúbicos anuales-- deberían ser depuradas y no serían aptas para el abastecimiento humano, pero sí para los regadíos murcianos.

La tercera vía analizada es la del Tajo Medio, que supondría la construcción de un acueducto desde Azután (Toledo) hasta La Roda para derivar entre 200 y 500 hectómetros cúbicos al año.

Pero aún habrá que esperar para conocer la resolución final de este culebrón . Y es que no será hasta dentro de aproximadamente dos años --añade ABC-- cuando se conozca la decisión que adopta el ministerio que dirige Cristina Narbona, una decisión que se tomará tras estudiar los nuevos planes de cuenca. Estos documentos deberán determinar las demandas reales de agua que tiene cada territorio, la capacidad de abastecimiento y la forma en que se pueden resolver los déficit hídricos que se planteen en algunas zonas, como es el caso de la cuenca del Segura.

POCOS PRECEDENTES En Extremadura no son extraños los trasvases de agua, aunque siempre a una escala mucho menor que la que ahora estudia Medio Ambiente. En todos los casos se han hecho para solucionar problemas graves de abastecimiento.

Así, por ejemplo, el pantano de Alcántara trasvasa agua hasta el embalse del Guadiloba, del que se abastece la ciudad de Cáceres. En aproximadamente un año y medio el trasvase cacereño se realizará desde la presa de Portaje que, a su vez, podrá reabastecerse desde el embalse Gabriel y Galán.

Asimismo, desde el 2005 el agua de la presa de Baños de Montemayor llega también a la de Hervás, mientras que el embalse trujillano de Santa Lucía puede recibir agua desde la cuenca del Guadiana.

Pero no todo son buenas palabras sobre los trasvases. Según un informe de la organización ecologista Adena, este tipo de proyectos "amenaza a muchos ríos del mundo". Esta entidad opina que se trata de "iniciativas muy costosas con elevados impactos que ponen en peligro la capacidad de los ríos para proporcionar alimentos y agua".