La Junta de Extremadura inicia hoy un plan especial de reforestación de las zonas más afectadas por los incendios de este verano. El proyecto contempla la plantación de 3,5 millones de árboles de especies autóctonas como encinas y alcornoques durante los próximos tres años en una superficie de 12.600 hectáreas calcinadas. La intención de la Junta es que "en cuatro o cinco años se tendrán bosques similares a los que había", aseguró ayer el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana.

Las actuaciones se llevarán a cabo en diversos municipios de la comarcas de Las Hurdes, Sierra de Gata, Valle del Jerte y La Vera, Valencia de Alcántara y Grimaldo, y comienzan esta semana con la preparación del suelo y la retirada de la madera quemada, para empezar en primavera a plantar las especies. Quintana insistió en que este es un plan de emergencia que se inicia "para evitar males mayores y volcarse en evitar la erosión del suelo antes de que lleguen las lluvias", aunque recalcó que "es imposible restaurar toda la zona afectada".

Sin embargo, aclaró que se hace de forma urgente "para ser solidarios con miles de extremeños" y para paliar la mayor parte de las zonas dañadas. Además, señaló que se trata de un "trabajo lento, pesado, costoso y poco vistoso, pero necesario", que dará sus frutos en próximas décadas.

Desde esta semana, los trabajos se centrarán en la preparación del suelo y la retirada de la madera quemada, para en la próxima primavera comenzar a plantar las especies arbóreas, sobre todo alcornoques y encinas, aunque también se colocarán coníferas en las tierras que tengan escasa capa fértil ya que, explicó, allí sólo ellas prosperan lo suficiente para crear una óptima masa vegetal, según explicó el director general de Medio Ambiente, Guillermo Crespo.

La cuestión es evitar que las lluvias dañen todavía más estas zonas, destacó el consejero, y comenzar cuanto antes las labores para reforestar los bosques afectados, pese a que "es imposible restaurarlos por completo".

INFRAESTRUCTURAS

Otra cuestión en las que la Administración autonómica actuará es en la creación de las infraestructuras precisas para gestionar los futuros bosques y en la prestación de ayudas para repoblar los montes privados que han sufrido los efectos del fuego.

La inversión prevista por la Junta para el desarrollo de este plan asciende a 12 millones de euros, según aprobó el consejo de Gobierno la pasada semana, además de solicitar al Gobierno central la declaración de zona catastrófica para los lugares más afectados por los incendios.