Varios miles de personas, 25.000 según los convocantes y unos 9.000 según la Policía Nacional, se manifestaron ayer en Madrid por la igualdad, el salario digo y la inversión productiva, convocados por UGT y CC.OO. para festejar el Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo.

La marcha arrancó a las 12.20 horas en la Plaza de Cibeles y culminó aproximadamente una hora después en la Puerta del Sol, donde los secretarios generales de UGT y CC.OO., Cándido Méndez y José María Fidalgo, respectivamente, ofrecieron sendos discursos a los asistentes.

Ambos estuvieron presentes en la cabecera de la manifestación, en la que también participaron algunos representantes políticos, como el concejal del Ayuntamiento de Madrid por el PSOE, Pedro Zerolo, o el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.

En los discursos lanzados desde la céntrica plaza madrileña, dirigieron a los políticos, a los empresarios y al Banco Central Europeo una advertencia: no aceptarán moderaciones salariales y menos si ellos mismos no dan ejemplo.

"Si el BCE y los dirigentes políticos quieren moderación salarial, que empiecen por dar ejemplo y pidan a los directivos de las multinacionales que se aprieten ellos el cinturón", espetó Méndez. Su homólogo de CC.OO. criticó por su parte la petición del presidente de la patronal catalana Joan Rosell, de vincular los salarios a los beneficios empresariales.