Más de 12.000 adolescentes españoles de entre 14 y 18 años, entre ellos 742 extremeños, poseen la licencia que les permite usar armas de fuego para caza o tiro olímpico, según un reportaje que publica esta semana la revista Interviú . Además, Extremadura es la sexta región con más Autorizaciones Especiales a Menores (AEM), y duplica la media en cuanto a tasa de licencias de armas para adolescentes por diez mil habitantes.

El debate está en si, vistos algunos comportamientos de adolescentes que han salpicado las páginas de sucesos en los últimos tiempos, debe entregarse a éstos una escopeta o un fusil, y si a los 14 años se es lo suficientemente maduro para llevar armas.

Además hay opiniones para todos, recogidas en el reportaje, desde la de los aficionados a la caza o el tiro, que insisten en aquello de que "el peligro no es el arma, sino quien la maneja", hasta la de expertos que aseguran que, en un menor, factores, como la inexperiencia, irresponsabilidad, exceso de confianza o falta de concentración son un riesgo añadido.

FACIL ACCESO

Lo que queda perfectamente claro en Interviú es que, para un niño de 14 años, acceder a una licencia de armas es muy fácil en España. Tres son los requisitos. El primero, pasar un examen teórico de 20 preguntas y disparar dos veces a una diana. El segundo, una autorización del tutor. El tercero, que debería ser el más riguroso, el llamado informe de actitudes psicofísicas que, en realidad no es más que un psicotécnico igual al que se exige para el carné de conducir.

Es precisamente esta tercera pata la que cojea, pues, como sostiene Andrés Montoro, presidente de la Sociedad Española de Psicología de la Violencia, "el flanco débil es la evaluación de la aptitud psicológica".

También indica que la ley descarta que alguien que presente algún trastorno mental pueda poseer o usar un arma de fuego, pero, es cierto que no existe una examen para detectar estos problemas.