Si bien es cierto que algunos clubs de carretera están cerrando, esto no significa en ningún momento que haya menos prostitución; simplemente se está trasladando a pisos donde el control es menor. «Para entrar en un domicilio particular la policía necesita una autorización, una orden, en un local no», aseguran desde la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura.

Las entidades que trabajan cara a cara con esta realidad denuncian que en Extremadura hay al menos 50 de estos pisos (30 en Badajoz y 20 en Cáceres, siendo solo datos aproximados porque es muy difícil cuantificarlo) donde las mujeres -procedentes sobre todo de Rumanía y Brasil- son explotadas sexualmente, «se convierten en esclavas».

HASTA 24 horas / Algunos de estos locales funcionan las 24 horas, otros dividen la actividad entre mañana, tarde y noche; y en cada uno de ellos hay entre cinco e incluso hasta ocho mujeres, sobre todo los fines de semana.

Desde la Delegación del Gobierno defienden un protocolo de actuación en el que se vigilan de cerca estos pisos. Igualmente, existe un seguimiento de los anuncios de contacto tanto en prensa como en internet. R. S. R.