Aunque la lluvia volvió a hacer acto de presencia el Sábado Santo, el mal tiempo paró por la noche y permitió la salida del Cristo Resucitado en Mérida.

Tras la tradicional Vigilia Pascual, la procesión salió a media noche de la Basílica de Santa Eulalia, organizada por la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santísimo Cristo de los Remedios y Nuestra Señora del Mayor Dolor.

A la par que el Cristo, obra de Eduardo Zancada, Nuestra Señora del Mayor Dolor hizo su recorrido por las calles emeritenses. Esta iba sin palio, vestida de blanco y en un paso adornado con motivos florales blancos y amarillos. Los nazarenos llevaban la cara descubierta y vistieron túnicas blancas.

No importó el frío de la noche a los cientos de personas que salieron a la calle y se congregaron en la Puerta de la Villa, donde se escenificó el encuentro de la Resurrección