El presidente del grupo parlamentario popular del Comité de las Regiones, Michael Schneider, considera que los órganos de control de la UE funcionan "bastante bien" y opina que el "efecto positivo" de los fondos estructurales europeos es "mucho mayor" que la "parte mínima" que supone su uso fraudulento.

Schneider se ha expresado así en una entrevista con motivo de su presencia en Badajoz donde el grupo parlamentario popular del Comité de las Regiones celebra un seminario titulado "Soluciones innovadoras para el renacimiento europeo industrial".

Ha recordado que el Tribunal de Cuentas europeo presenta un informe cada año, en el que quedan recogidos los casos en los que estos fondos no se han destinado a aquello para lo que se aprobó.

"Los casos de fraude no son tantos como se suele decir", ha apostillado el presidente del grupo popular en el Comité de las Regiones, órgano que va "a incidir en que haya estos fondos porque ayudan al desarrollo de las regiones".

Cuestionado por la eficacia de la política de austeridad que se impuso desde los órganos de dirección de la UE como receta para salir de la crisis, ha asegurado que "la política de austeridad ha sido una premisa para la recuperación económica".

No obstante, ha alertado de que hay que "tener cuidado" en el sentido de que haya "suficiente margen de maniobra" en los presupuestos públicos para realizar inversiones y para la cofinanciación de los fondos europeos.

Schneider entiende que se debe encontrar "un término medio" entre la austeridad y la autonomía y capacidad de gestión en los presupuestos públicos.

Junto a esto, ve en la cooperación transfronteriza un instrumento fundamental para el crecimiento económico y, en este sentido, ha destacado que las regiones transfronterizas cumplen con un papel "muy importante", como es el caso de Extremadura.

Por ello, ha lanzado un mensaje a los euroescépticos: "Sin la UE no existiría esa colaboración transfronteriza, no sería tan exitosa, y es una muestra clara de lo importante que es para la UE a la hora de superar problemas económicos".

En cuanto a los retos a los que se enfrentan las regiones de Europa, ha manifestado que "los desafíos de cada una de las regiones en Europa son muy diversos", aunque muchas regiones comparten problemas comunes como el paro juvenil, la baja tasa de natalidad o el envejecimiento de la población.

Ha concretado que desde el Comité de las Regiones van a impulsar iniciativas para que "los problemas demográficos se intenten resolver con medios europeos".

Este órgano, se ha congratulado, identifica ya en una fase muy temprana problemas que más tarde se acentúan y realiza en Bruselas propuestas sobre cómo se puede contribuir a resolverlos.

Y cree que la UE va a actuar porque los problemas demográficos "también tienen su incidencia en la evolución económica".

Al ser cuestionado por el surgimiento de movimientos secesionistas en distintas regiones de Europa, como es el caso de Cataluña, ha señalado que es "una cuestión que se decide de acuerdo a la constitución de cada uno de los estados miembros".

El Comité de las Regiones no puede hacer recomendaciones al respecto, ha agregado, aunque desde el grupo popular piensan que se necesitan "regiones fuertes con competencias fuertes dentro de estados miembros fuertes".

"Es bueno para cada estado si las regiones tienen competencias fuertes y pueden implicarse en los procesos políticos de cada estado", ha apuntado.