Pocos son los que alguna vez en su vida no se han angustiado en mayor o menor medida con la idea de tener que ir al dentista. Sin embargo, lo que para la mayor parte de la población no supone más que un cierto agobio, para otros es causa de ansiedad, taquicardias o sudores fríos. Una sintomatología que la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de catalogar oficialmente como una enfermedad. Esta patología, denominada odontofobia, afecta a un 15% de la población.

La odontofobia puede venir propiciada por diversas causas. Así, uno de los motivos que ayudan a desarrollarla es la acumulación de malas experiencias previas, especialmente durante la infancia y la adolescencia. Otros factores que contribuyen son los instrumentos que utiliza el especialista; el dolor que a veces se provoca debido a que la boca es una de las áreas más sensibles del cuerpo; y la utilización de anestesia.

Según el Colegio Oficial de Dentistas de Extremadura, el miedo puede ser una mera cuestión cultural. En este sentido, subrayan que actualmente estos profesionales sanitarios cuentan con técnicas que evitan el dolor que antes producían sus intervenciones, por lo que muchas veces la fobia viene propiciada por un desconocimiento.

En cualquier caso, un estudio elaborado por el Consejo General de Dentistas de España revela que un 75% de los hombres y un 69% de las mujeres aseguran no tener miedo a la hora de visitar a este especialista. Son los adultos jóvenes los que más temor tienen a la hora de visitar al odontólogo, un recelo que también es más habitual entre las personas con menor poder adquisitivo.

Según los expertos, el desarrollo de esta patología puede tener consecuencias serias para la salud, ya que estos pacientes, a pesar de sufrir problemas bucales serios, evitan tratárselos, lo que a la larga les ocasiona daño masivo en la dentadura, y otros problemas como dolor de cabeza y cuello, reumatismo y enfermedades metabólicas. Además, puede perjudicar la autoestima, lo que lleva a estas personas a desarrollar estrategias para evitar mostrar sus dientes cuando ríen, comen o hablan.

Los miembros del grupo Gentle Dental Office se encargan del tratamiento dental en pacientes con fobias. Se creó en Alemania y poco a poco se ha ido extendiendo por toda Europa. En España tienen servicio en Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca e Ibiza. La particularidad que tienen estas clínicas es que la terapia dura tres citas y se utiliza anestesia general, en sustitución de la local. Ofrecen la posibilidad de rellenar un formulario en su página web para determinar el grado de fobia a visitar al odontólogo, www.miedo-al-dentista.

El presidente del colegio de dentistas en Extremadura, Joaquín de Dios, aconseja una visita anual al especialista para paliar este miedo. "Con esta visita anual se podrá conseguir una prevención de las enfermedades bucodentales y también tener cierta confianza en el profesional".