Mil de ganaderos de toda la zona del ibérico -de Extremadura y de las zonas de influencia de Jabugo (Andalucía) y Guijuelo (Castilla y León)- se han reunido en Zafra (Badajoz) para denunciar la imposibilidad de cumplir algunos aspectos de la del ibérico.

El presidente de la cooperativa de San Isidro de Monesterio, Francis Megías, ha explicado que la cita se produjo el viernes en el pabellón Banesto del recinto ferial de Zafra y se organizó de forma espontánea, mediante el boca a boca o grupos de WhatsApp ante el difícil momento que viven por la falta de certificadoras.

En ese sentido, ha explicado que aunque la norma de calidad del cerdo ibérico se aprobó en 2014, con algunas modificaciones en 2016, recientemente ha salido un decreto que "está apretando las tuercas a las certificadoras", que hasta ahora habían dejado pasar algunas cuestiones de la norma imposibles de cumplir por parte de los ganaderos.

Según Megías, es contradictorio que se esté avanzando en genética para que los animales produzcan más y mejores carnes, mientras que por otro lado se exige que los cochinos tengan que ser cada vez más viejos y con menos peso para venderlos, lo que le lleva a preguntarse con ironía si "hay que tenerlos en el campo entretenidos" y sin que engorden.

El presidente de la cooperativa San Isidro destaca también que los ganaderos de este sector se oponen a que, para los cruces de los animales, se les exija que sean de un libro genealógico que solo tienen dos o tres granjas en España, "un monopolio" al que te obligan a "entrar por el aro".

Francis Megías ha explicado que aunque esta convocatoria fue espontánea, "daba la impresión de que todo estaba muy organizado", porque los ganaderos del sector del cerdo ibérico "están completamente de acuerdo" en sus planteamientos generales y solo hay pequeños matices por zonas.

Ha destacado que también "tienen claro" que no quieren "buscar culpables" sino soluciones y, sobre todo, que se les oiga a los ganaderos "de verdad", de los que "se ponen el mono y las botas".

Tras precisar que no quieren "etiquetas" ni ir con siglas des sindicatos u organizaciones agrarias, Megías ha indicado que lo más urgente es conseguir solucionar el problema de las certificadoras, tras las sanciones impuestas a "Certicalidad" y "Certibérico Charro".

Así, mientras la primera no se reactivará hasta casi final de agosto, la segunda se ha suspendido ahora, una situación que llevará a que en más de un mes no se pueda vender ningún animal, desde Salamanca hasta el norte de Andalucía, "porque no hay nadie que certifique", lo que causa un grave problema en el intensivo y hubiera supuesto una ruina de haberse producido en la época de bellota.

"Antes la norma decía que si a una certificadora la tenían que suspender, le daban 30 días de plazo para poder subsanar problemas o para que los ganaderos se buscaran otra. En este caso ha sido: a partir de mañana estáis suspendidos y nos han dejado desnudos", según Megías.

En ese sentido, ha reiterado que el problema de fondo es que la norma de calidad del cerdo ibérico es materialmente incumplible y el ministerio, a través de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), quiere que se cumpla estrictamente".