«No es un juego para móvil. Es un juego para movilizarse». Con esa advertencia, ‘Milana bonita’ se cuela en el mundo 2.0. Desde que la plataforma viajó a Atocha la pasada semana para pedir un tren digno con una comitiva de Los Santos Inocentes, las reacciones se han multiplicado en apenas días.

La más hilarante es sin duda la aplicación móvil que ha desarrollado Jorge Retroincorrecto. El placentino afincado en Madrid, concienciado con la causa, decidió poner en marcha un juego de estilo ‘arcade’ que emula el recorrido de un pixelado pájaro de Azarías entre las vías amenazado por trenes de ida y vuelta. Con ese diseño digno de los 80 presenta el minijuego que por supuesto asume tintes de reivindicación. De hecho, en la propia ‘app’ incluye un enlace a la petición de la plataforma en change.org que hasta ayer acumulaba más de 21.000 firmas y los links a las redes sociales del colectivo extremeño.

Era un regalo. Lo había mantenido en secreto hasta que esta semana contactó con la plataforma para mostrarle su trabajo. Lo que no sabía es que ese gesto de deferencia y rebeldía hacia una realidad que el mismo conoce, entiende y comparte iba a causar casi tanta repercusión como el desfile de Régulas, Pacos y Niñas chicas en Atocha el viernes pasado. El propio Jorge atendió a este diario «abrumado» por la acogida. «Lo del tren lo he sufrido mucho, sabía que tenía que hacer algo para mostrar mi apoyo, no pude ir a la protesta y pensé en cómo podía aportar mi parte», apostilla. Y ahí está. Una versión mejorada de los juegos ochenteros, solo en versión para Android -se puede descargar en google play-.

Una región ‘retro’

«Fue improvisado», confiesa sin ocultar su emoción el desarrollador extremeño que trabaja a medio camino entre el sentido del humor y la ironía. También tiene en marcha otro proyecto que se llama ‘Olé, torero’, otro juego que, al igual que el que ha diseñado para la plataforma, también mezcla el diseño arcade y una visión de crítica.

Añade que el juego ‘retro’ está destinado para una región ‘retro’ en el ámbito de las conexiones ferroviarias. Él define su propia creación tajante: «es cutre, funciona mal y desespera como los trenes en Extremadura». Según destaca, el objetivo no es otro que trasladar la reivindicación de los extremeños paradójicamente a las últimas tecnologías. El juego parece una metáfora en sí mismo. No duda en aplaudir las formas del colectivo ‘Milana bonita’ y reconoce que se siente «satisfecho» con su aportación a la protesta. A su manera. «Nos ha costado, hay que abandonar esa dejadez, es el momento de hacer ruido», concluye. Ahora, entre las firmas de apoyo, la milana ya puede consumir los minutos con la máxima de cualquier juego: pasar de nivel.