Miles de personas asistieron ayer en Alburquerque al funeral de Daniel Mayo Plata y Gregorio Gemio Ruiz, los dos albañiles que fallecieron el pasado martes en una finca de esta localidad pacense al caerles encima uno de los muros de la fosa séptica para purines que estaban construyendo. El entierro tuvo lugar a las once de la mañana en la iglesia de San Mateo Apóstol, si bien la numerosa afluencia de vecinos hizo que muchos tuvieran que permanecer en las afueras del templo. "Prácticamente solo han faltado quienes están impedidos", afirmó ayer Angel Vadillo, alcalde de Alburquerque. La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, asistió al sepelio.

Vadillo explicó que tanto el martes como ayer visitaron el lugar del siniestro inspectores de Trabajo de la Junta de Extremadura, pero que la "la inspección todavía no había enviado ningún acta" a la Consejería de Igualdad y Empleo, por lo que no se conocían nuevos detalles sobre el siniestro.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, dijo ayer sentirse "seriamente afectado" por la muerte de estos dos trabajadores y consideró que la lucha contra la siniestralidad laboral "debe ser prioritaria". En un acto académico que tuvo lugar en Jarandilla de la Vera, el presidente extremeño se unió al dolor de la familia y del pueblo de Alburquerque, aunque destacó especialmente su solidaridad "con toda la clase trabajadora" por el trágico suceso.

DEPURAR RESPONSABILIDADES Por otro lado, MCA-UGT Extremadura anunció ayer que requerirá a las autoridades que se clarifiquen los hechos y se depuren responsabilidades sobre este "trágico" accidente laboral. El sindicato exigió en una nota de prensa, que se lleve un control "efectivo" por parte de la Inspección de Trabajo también en el ámbito rural, donde "se están produciendo los accidentes con consecuencias más graves". Para esta federación sindical, que ha manifestado su "más sentido pésame" a la familia y a los compañeros de los finados, los accidentes laborales y sus consecuencias "nunca son fruto de la casualidad", porque cuando se produce alguno, y más si conlleva consecuencias "tan graves", siempre se detecta "una falta de medidas preventivas".