Entre setenta y noventa cargos, exdirigentes y militantes del Partido Popular extremeño se dieron cita ayer en una finca de la localidad pacense de Valencia del Mombuey para comer y debatir sobre la situación actual de este partido y el rumbo que debe tomar de cara a las próximas citas electorales. Entre los asistentes estuvieron el exportavoz del PP en la Asamblea de Extremadura, Javier Casado, la que fue alcaldesa de Villanueva de la Serena, Mari Carmen Serradilla, y los exdiputados regionales Pedro del Pino y Fernando Baselga.

Javier Casado aseguró ayer que una opinión unánime entre los asistentes fue la de que es necesario un relevo al frente de la dirección regional del partido, ya que Carlos Floriano "ha cumplido un ciclo". Sin embargo, Casado indicó que sus peticiones no se reducen a "cambiar unos nombres por otros", ya que considera que el partido tiene que afrontar "una refundación o regeneración. Hay que modificar sus estructuras y estrategias", reiteró. Entre los cambios que considera más urgente abordar citó el de "ruralizar" el partido.

TODO EL ORGANIGRAMA El exportavoz del PP en la asamblea afirmó que todo el organigrama del PP extremeño estuvo representado ayer en Valencia del Mombuey. Militantes, concejales y alcaldes que tienen en común "considerarse faltos de atención y cariño por parte de la dirección de un partido en el que no nos sobran los apoyos".

Igualmente, incidió en que la principal inquietud de todos ellos son las próximas elecciones generales, ya que ganarlas puede ser "el mejor revulsivo" tras los malos resultados de mayo. Una vez celebradas, apuntó la conveniencia de desarrollar un proceso precongresual en el que los sectores afines a la actual dirección y las corrientes críticas puedan consensuar una lista única. "No queremos llegar a un congreso de confrontación que nadie quiere, pero si hay que dar pelea, se dará".

De la misma forma, negó que estas críticas perjudiquen la unidad del partido con unos comicios generales apenas a unos meses vista. "Quienes dicen eso quizás debieran preguntarse si no dañan más la unidad cuando excluyen a gente solo porque no les caen bien o porque se les han enfrentado en un congreso", enfatizó. Incluso, llegó a poner de ejemplo a Guillermo Fernández Vara por haber integrado en su equipo de Gobierno a personas que habían quedado fuera de las listas electorales.

En parecidos términos a los de Casado se pronunció Pedro del Pino, al que se había apuntado como uno de los promotores del encuentro. Del Pino explicó que éste consistió simplemente "en una reunión entre amigos que tienen en común que se dedican a la política". Una reunión en la que, eso sí, se habló "de cómo están las cosas en el partido y de cómo se encararán las próximas generales". "Después de los resultados de las últimas elecciones, la situación era digna de análisis", comentó.

En relación al posible relevo de Carlos Floriano, dijo que "estamos convencidos de que él no debe ser el próximo candidato". Aunque se remitió a las palabras que el presidente regional del PP pronunció la noche electoral en las que daba a conocer su voluntad de no presentarse --"Pienso que Carlos es un hombre de palabra y que lo cumplirá", dijo-- admitió que sobre esta cuestión sigue existiendo todavía una cierta "indefinición" dentro del partido.