Los efectos de la crisis están poco a poco salpicando a todos los sectores de la economía, algunos de ellos hasta ahora ajenos a la caída de la actividad, como es el caso de la minería. El mayor yacimiento de metal de Extremadura, la mina de Aguablanca, en Monesterio, considerada como uno de los mayores negocios del sector en toda Europa --extrae 1,8 millones de toneladas de níquel y cobre al año--, no ha escapado a las consecuencias del parón económico, responsable de la caída en picado de los precios del níquel, su principal recurso, y ha tenido que reajustar el ritmo de extracción del mineral a la espera de que su cotización se recupere.

Esto ha motivado la supresión en los dos últimos meses de la mitad de la plantilla --unos cien puestos de trabajo-- de las empresas auxiliares dedicadas al movimiento y transporte de tierras. Se trata de los trabajadores de PEAL S.L y Fabricados La Tercia S.L., ambas radicadas en la provincia de León. Sin embargo, el personal de la empresa matriz, compuesto por unos 200 trabajadores, por el momento no ha sufrido cambios.

PROBLEMA GLOBAL Minas de níquel de todo el mundo han cambiado los planes de extracción y venta aprobados en años de bonanza para este material, que se dedica entre otros usos a la fabricación del acero inoxidable utilizado en los materiales de la construcción y algunos revestimientos, así como en la fabricación de coches y de electrodomésticos. El precio del níquel ha pasado de cotizar a 54.200 euros la tonelada en la bolsa de Londres el pasado año 2007, a los 9.600 euros en las últimas semanas.

Esto ha provocado que la mina de Aguablanca, también dedicada a la extracción del cobre, y en menor medida de platino, cobalto y oro, haya rebajado su ritmo de extracción, a la espera de que los precios se recuperen. "Están bajando la producción ahora porque no les interesa sacarla al precio al que están", señala Leocadio Núñez, de la Federación de Industria y Afines de UGT. Sin embargo, esta situación coyuntural no pone en riesgo la continuidad de la mina, puesto que según las últimas estimaciones, aún le quedan recursos para continuar abierta durante algunos años más, aunque esto no se puede especificar con precisión.

Así lo indican los representantes de los trabajadores, que acaban de firmar el nuevo convenio de la empresa, que recoge una paga extraordinaria por los buenos resultados obtenidos el año pasado. Es "totalmente incierto", señala Mateo Guerra, de CC.OO., que la mina tenga planificado su cierre a corto plazo, aunque señala que la empresa --de la que este periódico no ha recibido respuesta alguna-- no esconde sus intenciones de ajustarse a la situación de mercado. "Se levantó la expectativa y se incrementó la producción, se ha ajustado la extracción a lo que necesita ahora el mercado", dijo Guerra.