El secretario general de Agricultura del MAPA, Josep Puxeu, reconoce que "estamos en un momento muy difícil" de la negociación de la OCM del vino en el que la delegación española está trabajando para llegar a un acuerdo, pero advirte de que vetará una reforma perjudicial para España. No obstante, Puxeu señala que de no llegar a un acuerdo se abrirá un periodo de grandes dificultades para el sector, por lo que destaca la necesidad de cerrar la reforma este mismo mes. El próximo lunes, día 17, la Comisión Europea presentará su propuesta al Consejo de Ministros de Agricultura en Bruselas y arrancará la fase final de la negociación para tratar de llegar a un acuerdo posiblemente el miércoles, día 19. España defenderá mantener el máximo presupuesto -actualmente percibe unos 450 millones de euros-, aunque se baraja una ficha financiera de unos 390 millones de euros, y ampliar el número de medidas recogidas en los sobres nacionales para que cada Estado miembro pueda desarrollar aquellas que más beneficien a su sector. "Hay que conseguir el máximo consenso para esta OCM que es la última oportunidad para financiar con fondos públicos el sector", por lo que "hay que hacer un esfuerzo para lograr un acuerdo". Puxeu reconoce que de no aprobarse la OCM el sector se situaría en una posición complicada, ya que la actual regulación de mercado del vino estaría en vigor hasta 2010, momento en el que desaparecería la prohibición de plantaciones de viñedo, además del fin de las ayudas que hasta ahora percibía el sector para destilación, mosto y restituciones (ayudas a la exportación). El escenario de negociación que se abre ahora es difícil, ya que Alemania, con el apoyo de una veintena de países, quiere mantener la chaptalización (adición de azúcar al vino para aumentar su graduación alcohólica), que tanto la Comisión como España y otros países quieren abolir. Fuentes del sector indican que la delegación germana ha advertido también de que vetará la reforma si no se mantiene esta medida, además, no hay que perder de vista que Alemania, gran consumidora de vino, pero también importante consumidora, es contribuyente neta. Por otro lado, Italia, otra gran productora de vino, reclama ahora más contraprestaciones -si se mantiene la chaptalización- para mantener el nivel de apoyo al mosto y plantea dificultar la consecución de un acuerdo. España muestra una actitud muy abierta y negociadora para tratar de llegar a un acuerdo y transmite su apoyo a la medida defendida por España de implantar, tras un periodo transitorio, un pago único por hectárea destinada al viticultor. Puxeu comenta que defenderá que parte de la ficha que la comisión tiene previsto destinar al desarrollo rural sirva para financiar medidas exclusivamente sectoriales, como por ejemplo el enoturismo, y que España mantenga la mayor parte de los fondos que ahora percibe por la destilación. Así mismo, abogará por mantener la retirada obligatoria del 10% de los subproductos del vino, que, por un lado, reducirá hectolitros de vino en circulación y, por otro, es una medida que mantiene la calidad de los vinos.