Continúa la espera para la mina de Aguablanca. El Ministerio de Medio Ambiente ha pedido documentación complementaria en relación a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que se tramita para continuar con la extracción de níquel bajo tierra en el yacimiento minero de Monesterio. Esta nueva información se suma a la presentada por la empresa el 21 de noviembre y conlleva la interrupción del plazo de tres meses que el departamento de Isabel García Tejerina tenía para pronunciarse.

Se trata de la cuarta petición que cursa el ministerio para que la mina pueda retomar la actividad y para el alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, es «inaceptable, totalmente incomprensible e indignante». El regidor tildó de «sorpresiva» la decisión del ministerio y ante este nuevo retraso para la obtención de los permisos medioambientales, señaló que «habrá que pedir dimisiones a quien corresponda».

Garrote exigió a los responsables del miniesterio «que expliquen claramente en qué punto se encuentra la declaración y qué es lo que se solicita». «Monesterio y toda Extremadura necesitan saber», aseguró el edil, que reiteró que este nuevo requerimiento vuelve a paralizar el proyecto. Y es que hace solo unos días, Garrote hacía públicas sus quejas ante el retraso de la DIA, un tema que ha pasado, dijo entonces, «de la esperanza a la indignación».

DEFRAUDADOS / La decepción del alcalde es compartida por CCOO, que ayer se mostró «totalmente defraudada por la incompetencia de este Gobierno y su Ministerio de Medio Ambiente». «Parece que no están dispuestos a facilitar el trabajo a las 400 familias que vivían de la mina», dijo Saturnino Lagar desde la Federación de Industria del sindicato. Lagar detalló que van a tener conversaciones con la mesa de seguimiento para intentar, «en la medida de lo posible», reconducir la situación. «El Gobierno debe darse cuenta de que Extremadura está aquí, de que existimos y de que cuando pedimos una Declaración de Impacto Ambiental tenemos el derecho de que se nos tome tan en serio como cuando se pide desde Andalucía, Cataluña o Madrid», concluyó.

Cabe recordar que las esperanzas por el futuro del yacimiento regresaron a Monesterio a principios del pasado diciembre, cuando Sacyr se hizo con los activos que la multinacional canadiense Lundin Mining (era la que explotaba la mina de Aguablanca), tenía en nuestro país. Esta compra dio ciertas esperanzas a los 300 trabajadores que de forma directa o indirecta perdieron su puesto de trabajo tras la decisión de la canadiense de cerrar el yacimiento de níquel alegando falta de rentabilidad.

En la comarca minera de Monesterio se ha seguido confiando en poder continuar con este proyecto minero al que aún le quedan algunos años de vida productiva. Para ello, se hace totalmente imprescindible la resolución favorable de la DIA y en ese sentido, el propio presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, le trasladó en una reunión a la ministra García Tejerina hace tres meses que esta declaración «es un asunto de primera necesidad para Extremadura».