Miriam Alonso, la joven extremeña de 21 años que fue arrojada a las vías del metro de Madrid en 2005 por Jorge Ramos Vázquez, se muestra decepcionada por la condena impuesta a su agresor, que deberá cumplir 11 años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario. A su juicio, este fallo judicial supone que en España "no hay justicia" pues a ella estará condenada "para siempre" por las secuelas del accidente, mientras que al culpable le han impuesto una condena que, a juicio de la joven, es insuficiente. "Me parece un poquito fuerte que sólo le hayan impuesto 11 años con la enfermedad que tiene y lo peligroso que es, porque me intentó matar", declara Alonso a la salida de la Audiencia Provincial de Madrid, insistiendo en que en nuestro país "hay injusticia", pues "tratan peor a los que no hemos hecho nada que a los culpables". En cuanto a la indemnización de 650.000 euros impuesta al agresor y ante la posibilidad de que el joven sea insolvente, Alonso comenta que "ahora no sabemos quién la va a pagar ni si la van a pagar". Por su parte, la abogada de la víctima, Ólga López, considera que los años de internamiento que deberá cumplir el agresor son pocos, por lo que estudiará la sentencia y consultará con la familia si la recurren. A consecuencia de la agresión que sufrió Miriam en la estación de metro de Carabanchel en 2005, la joven padece un trastorno de estrés postraumático y una dismetría en la cadena que le provoca una alteración parcial de tipo sexual y un futuro trastorno si se queda embarazada. Además, su madre sufre un trastorno desadaptativo derivado del cuidado de su hija.