El misionero extremeño José María Caballero, recibió ayer, junto con la Fundación El Compromiso, el premio Internacional Jaime Brunet por su trabajo en Sierra Leona. Durante la entrega del galardón, Caballero afirmó que "detrás de cada guerra hay un motivo económico" y denunció la "falta de voluntad política" para poner fin a esos conflictos.

El jurado del Premio Brunet acordó conceder este galardón a la Fundación El Compromiso y a José María Caballero, misionero javeriano, por el programa de acogida y rehabilitación de niños y niñas soldado en el centro Saint Michael de Lakka, en Sierra Leona. Antes de recibirlo, en un acto solemne en la Universidad Pública de Navarra, Caballero y la responsable de proyectos de la fundación, Inés Gimeno, explicaron el proyecto que desarrollan en Africa y al que irán destinados los 36.000 euros del premio.

El galardón reconoce el trabajo de sensibilización que ha realizado esta Fundación respecto a la situación de los niños soldado, apoyando la labor humanitaria en ese país de José María Caballero, a través de la edición y distribución del documental social Angeles tatuados , en el que, según Gimeno, se ven las "atrocidades que se veían obligados a cometer" los niños en la guerra civil que asoló Sierra Leona entre los años 1991 y 2002.

Además el jurado ha querido destacar la "extraordinaria labor" de Caballero, director del programa en este país, del que se beneficiaron más de 3.000 niños y muchas de sus familias, que "dejaron de verlos como combatientes o ex verdugos, para aceptarlos como víctimas de una guerra fratricida generada por el hambre, hostigada por intereses de países vecinos y favorecida por la escasa proyección que se le otorgó a nivel internacional". Según el misionero, su objetivo es sacarles de la violencia y devolverlos a la sociedad.