Los municipios extremeños están cada vez más saneados. La mitad de los ayuntamientos de la región ya no tiene deudas con los bancos y están, por tanto, al corriente de pago. Así lo asegura el reciente informe de la Secretaría General de Financiación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda que, a través de la información remitida por el Banco de España, constata un nuevo descenso de la deuda viva del conjunto de los 388 municipios extremeños a 31 de diciembre del 2017.

En concreto, el estudio que acaba de ser publicado recoge que 195 ayuntamientos extremeños (68 de la provincia de Badajoz y 127 de Cáceres) comenzaron el 2018 sin deber ni un solo euro a las entidades bancarias. Son 23 consistorios limpios más que a finales del año 2016, aunque en realidad son 27 los municipios que han pasado a estar a cero y hay otros 25 que han seguido la tónica contraria y que bien han comenzado a endeudarse o han incrementado su deuda en el último año.

En el cómputo total, los ayuntamientos extremeños comenzaron el 2018 con una deuda total de 229 millones de euros, de los que 137 millones corresponden a consistorios de la provincia de Badajoz y el resto, 92 millones, a los de la provincia cacereña. Esto supone que en solo un año, la cuantía de la deuda haya descendido en más de 21 millones (casi un 10%), según las últimas estadísticas del Ministerio de Hacienda. Si la comparativa se realiza con el año 2010, el descenso supera los 71 millones de euros, o lo que es lo mismo, el pasivo se ha reducido casi un 24% en siete años.

LAS GRANDES CIUDADES / En el último informe destacan especialmente los caminos tan distintos que siguen los principales ayuntamientos de la región. Mientras en Badajoz o Cáceres, la deuda con los bancos ha crecido, en otros como Mérida o Plasencia la tónica ha sido la contraria.

Así, en la capital pacense el pasivo asciende a los 16,5 millones de euros, 4,5 millones más que a principios del 2017. No obstante, el pleno del consitorio aprobó hace unos días la rebaja de la deuda tras amortizar préstamos por valor de 10 millones de euros.

En el caso de Cáceres, su pasivo es todavía superior. El consistorio adeudaba más de 23,3 millones al cierre de 2017. Son 2,8 más que hace solo un año pero casi 13 millones menos que hace siete años. Aunque en las últimas semanas se han cancelado y refinanciado créditos que dejan la deuda por debajo de 20 millones. También ha aumentado su deuda el consistorio de Almendralejo, que ha pasado de los 20,4 millones que tenía a principios de 2017 a los 21,4 en enero de este año, un millón de euros más.

En la capital extremeña la tendencia es bien distinta. Mérida es la ciudad más endeudada de la región, con un pasivo que alcanza los 41,4 millones de euros, pero en solo un año ha logrado reducirla casi un 20% (cerca de diez millones menos). Le sigue de cerca Plasencia, con una deuda que a principios del año superaba los 37,2 millones de euros, algo más de dos millones menos que a 31 de diciembre del 2016.

En el caso de Don Benito la deuda a principios de 2018 supera los tres millones de euros, pero la localidad ha logrado reducirla en solo un año en más de 2,5 millones, ya que el 1 de enero del 2017 debía 5,5 millones. Villanueva de la Serena tiene unas cuentas más saneadas pero ha incrementado su deuda en el último año, pasando de los 18.000 euros en 2016 a los 873.000 a finales del año pasado.

Entre los pueblos más grandes de la región también destacan Jerez de los Caballeros, que ha pasado a engrosar la lista de los 195 consistorios que iniciaron 2018 sin deudas o Navalmoral de la Mata, que ha logrado reducir su pasivo considerablemente en solo un año: de 1,1 millones a apenas 4.000 euros.

El último informe de Hacienda también incluye los datos de las diputaciones provinciales. Las extremeñas están entre las menos endeudadas de España. La de Badajoz tiene un pasivo de 72.000 euros, y la de Cáceres debe 46.000 euros.