Los escolares que acudían ayer por primera al colegio Los Glacis de Badajoz tras las vacaciones estivales se encontraron con unos inesperados compañeros de patio: los albañiles, a los que los menores miraban incrédulos. En ese centro empezó hace unos días la obra del nuevo pabellón multiusos, que les permitirá el próximo curso disfrutar de comedor escolar. Pero la obra no interfiere en la actividad del centro.

Es quizás el caso más anecdótico de una jornada que se vivió con normalidad. Los colegios e institutos abrieron sus puertas a los 23.987 alumnos de Infantil, Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato, Formación Profesional y Educación Especial, que este año se han matriculado. Unos 1.500 niños de 3 años acceden por primera vez a la escuela, aunque lo harán de forma escalonada por el periodo de adaptación indicado para los más pequeños.

El curso se inició con el ajetreo típico del primer día de clases, pero sin incidentes. En el colegio Los Glacis pudieron comenzar las clases todos los alumnos, incluidos los de 3 años, porque las obras del nuevo aulario de Infantil terminaron a tiempo y pudieron ser finalmente ocupadas por los niños.

Donde esperan impacientes que se inicien obras es en el colegio Santa Marina. Allí se construirá un gimnasio, ya que sólo dispone de unas pistas deportivas abiertas. La Consejería de Educación ya adjudicó provisionalmente esta obra a la empresa Imesapi, por un importen de 471.401 euros.

También esperan que entren las máquinas en el colegio Cerro de Reyes, donde se hará un nuevo edificio para la ampliación y agrupación de las aulas de Infantil y Primaria, cuya inversión ronda el millón de euros.