Los coches de hoy salen del concesionario con luces de leds --prácticamente duran toda la vida útil del vehículo--, con faros de xenón --unas lámparas de descarga de gas que reciben tensiones eléctricas de hasta 30.000 voltios-- o con un acceso a los faros imposible para el común de los conductores por mucho manual de instrucciones que incorpore el coche. Entonces, ¿qué sentido tiene llevar un juego de luces de repuesto y las herramientas necesarias para cambiarlas? Parece que en estos casos para lo único que puede servir es evitar la multa de 150 euros que te puede caer por incumplimiento de la ley de seguridad vial.

Francisco Jiménez Araya, senador por Badajoz y viceportavoz socialista en la Comisión de Interior, defenderá el miércoles en la Cámara Alta la moción que su grupo presentó la semana pasada para derogar la obligatoriedad de circular con luces de repuesto. No en vano, su padre es mecánico por lo que sabe de primera mano que "cuando se funde una luz, la mayoría de conductores no tienen ni idea de cómo cambiarla y es absolutamente imposible en los coches modernos". De hecho, explica, en algunos modelos se accede a los faros desde las ruedas, por el motor o incluso quitando otras piezas.

Hoy mismo se reunirá con representantes de otros grupos políticos para acercar posturas, aunque la lógica apunta a que esta moción a la ley de seguridad vial no tendrá que sortear muchos obstáculos.

Respaldo de la DGT

Jiménez Araya no se atreve a decir una fecha, espera que el cambio sea una realidad "lo antes posible". Además Pere Navarro, responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT), reconoció que se trata de una norma obsoleta "y por eso estamos obligados a actualizarla". Aunque, solo el año pasado Tráfico tramitó 13.049 denuncias por este motivo.

En cualquier caso, Jiménez Araya asegura que el respaldo de la DGT imprime más fuerza a la moción socialista.