Monfragüe celebra este año el décimo aniversario de su declaración como Parque Nacional, una década de pertenencia a un selecto club desde el que este espacio protegido extremeño ha sido testigo de la especialización del turista y del desarrollo económico de los municipios de su entorno. Monfragüe fue declarado Parque Nacional por el Gobierno de España el 3 de marzo de 2007. Previamente, en 1979, Parque Natural, en 1988 ZEPA y en julio de 2003 la Unesco lo reconoció como Reserva de la Biosfera. El Parque Nacional y su entorno engloban una superficie de 116.000 hectáreas y constituye una de las áreas más representativas del ecosistema mediterráneo.

En este espacio se asienta la más densa colonia de buitre negro del mundo, con 300 parejas reproductoras en las 18.000 hectáreas del Parque. Monfragüe se ha consolidado como un verdadero santuario para observar aves. Todos los años, miles de turistas llegan a la zona para disfrutar del vuelo de las cigüeñas negras, alimoches, buitres o la rarísima águila imperial. Desde su área de uso público, una zona privilegiada como pocas, puede disfrutarse no solo de fauna en peligro de extinción sino también de paisajes y vegetación incomparables.

Según ha manifestado a Efe el director del Parque Nacional de Monfragüe, Ángel Rodríguez, todo esto "ya estaba antes de la constitución del Parque Nacional, porque los Parques Naturales en Extremadura cumplen unos estrictos requisitos de protección". Pero, ha añadido, "no hay ninguna duda de que entrar en el selecto club de los Parques Nacionales de España es ya una ventaja grande sobre otros espacios que no lo son".

Para Rodríguez, que lleva casi toda su vida vinculado a Monfragüe, el gran cambio de la declaración de Parque Nacional ha sido el amparo económico del Estado en el área de influencia socioeconómica del parque, que ha cuantificado en más de 7 millones de euros en la última década. Gracias a esto, ha dicho, llega dinero para los Ayuntamientos, los particulares y las ONGs para acometer acciones compatibles con el medio, algo muy importante, porque ha agregado: "no nos engañemos. Hasta que a la gente no le llega el dinero al bolsillo no se da cuenta de que esto no es malo". Al director de Monfragüe no le gusta mucho hablar de número visitantes, "porque hasta ahora no se habían contado bien nunca", ha apuntado.

No obstante, Rodríguez ha llamado la atención ante el hecho de que la planificación de los viajes ha cambiado de forma radical en los últimos años. "Mucha gente organiza su visita por internet, por lo que no tiene que acudir a los centros de información. Bajo esta premisa, seguramente viene mucha más gente a Monfragüe de lo que pensamos", ha agregado. Ángel Rodríguez ha hecho hincapié en que dicho cambio también se ha notado en la profesionalización del turismo que acude al parque. Así, la presencia de extranjeros es "espectacular" y ahora visita el parque "mucha más gente de fuera que antes", sobre todo holandeses, alemanes, ingleses y franceses, atraídos por "un turismo mucho más de naturaleza y mucho más profesional". Para el director de Monfragüe existe un lugar emblemático dentro del parque que no ha cambiado en estos diez años "y ese es, sin duda alguna, el mirador del Salto del Gitano, porque siempre que vas hay una escena diferente".

Por su parte, el presidente del Patronato del Parque Nacional de Monfragüe y del Consejo de Participación de la Reserva de la Biosfera, Andrés Rodríguez, ha avanzado a Efe que la principal propuesta de futuro de ambos organismos para los próximos años es la mejora de la accesibilidad en el parque. Monfragüe, según Rodríguez, es "ya un lugar emblemático desde el punto de vista de la biodiversidad", por lo que ahora se pretende que "pueda ser disfrutado por las personas con discapacidad".