Lo que debería haber sido todo un revulsivo para la difusión y la afluencia de turistas, ha tenido un efecto aparentemente limitado. Monfragüe ha perdido cerca de 50.000 visitantes desde el año 2007, cuando fue declarado Parque Nacional. Eso son los datos oficiales que maneja el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino a partir de las estimaciones que realiza la propia dirección del parque. Pese a ello, ésta no se muestra alarmada y justifica la evolución negativa en factores como la crisis económica, el efecto de la climatología sobre la asistencia de turistas en fechas claves e incluso la propia fórmula de cálculo de esos datos.

El año pasado pasaron por el Parque Nacional de Monfragüe 298.900 visitantes. Es decir, 7.000 menos que en 2009, con lo que el entorno natural extremeño suma cuatro años consecutivos de descensos en la afluencia de turistas.

Lo cierto es que la tendencia negativa es generalizada en el resto de parques nacionales españoles. Tantos los canarios de Teide, Garajonay, Taburiente y Tamanfaya, como Sierra Nevada (Andalucía), Picos de Europa (entre Cantabria, Castilla y León y Asturias), Ordesa (Aragón), el archipiélago de Cabrera (Baleares) y el catalán de Aigüestortes sufren una constante pérdida de visitantes desde mediados de la década pasada. Tan solo los parques de las Islas Atlánticas (Galicia), Cabañeros y Las Tablas de Daimiel (ambos en Castilla-La Mancha) muestran un crecimiento a lo largo de los últimos años. En el caso del último de ellos, ha pasado de 106.000 visitantes en el 2009 a casi 400.000 en el 2010, un aumento que el ministerio achaca a la "recuperación de su sistema hídrico".

Monfragüe fue el último en ser declarado Parque Nacional y lo esperable entonces era que, como ha ocurrido con las Islas Atlánticas (2003), el número de visitas fuese en aumento. Sin embargo, no ha sido así. Tras el boom del primer año, cuando se alcanzó el techo de 351.800 visitantes, la cifra ha ido descendiendo. Angel Rodríguez, director del parque, le resta importancia: "es un turismo de naturaleza y éste depende de la climatología, sobre todo en primavera, que es la época de más afluencia. Si, como ha ocurrido este año, la Semana Santa y el puente del 1 de mayo son lluviosos, los datos decaen". A esto --opina-- hay que añadir el efecto de la crisis, con un impacto negativo sobre todo el sector y que también se deja notar en el paraje.

ESTIMACION, NO DATO REAL Pero Rodríguez va más allá y recuerda que es imposible saber la cifra real de visitantes. Monfragüe es un parque abierto, es decir, su acceso no está ni restringido ni controlado. De forma que la estadística se realiza a través de una simple estimación que parte del número de personas que pasan por el Centro de Recepción de Visitantes, situado en Villarreal de San Carlos, en el corazón del Parque. Esa cifra se multiplica por cuatro para cifrar el número total de turistas, ya que se calcula que tres de cada cuatro visitantes no paran en esta oficina. "Y creemos que la cifra es ahora

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