El conflicto que tuvo lugar en la Bolera Roydy de Montehermoso el 2 de enero, según su dueño a raíz de la ley antitabaco, ha vuelto a suscitar nuevas reacciones tras hacerse público el suceso ayer y tener una gran repercusión mediática. De hecho, mientras el gerente del local, Juan Francisco Valhondo, aseguraba que todo comenzó por una disputa entre fumadores y no fumadores, ayer por la tarde, los dos hermanos implicados directamente en el caso, Mikel y Carlos Corrales, de 27 y 20 años respectivamente, aseguraron que la trifulca "no está relacionada con el tabaco". Mikel, que el día 2 se encontraba en Montehermoso para pasar unos días con sus familiares y ayer ya estaba en su residencia habitual en el País Vasco, explicó por teléfono a EL PERIODICO que la pelea se inició "tras un acto de provocación de uno de los hombres" que entró en el local después que ellos dos, acompañados de una mujer y de otros dos matrimonios.

El joven además confesó sentirse "muy sorprendido", dijo, por las versiones dadas, especialmente por el dueño del local que aseguraba que la ley antitabaco fue la causa de la pelea. "No entiendo como este señor puede decir que fue por el tabaco, cuando mi hermano y yo estuvimos desde las cuatro de la tarde en el local viendo dos partidos de fútbol y yo salía fuera a la calle para fumar, y más aún cuando yo soy partidario de que se cumpla la ley. Quizá quiere promocionar su local", afirmó.

PEQUEÑA CONVERSACION Mikel aseguró que su hermano y él estuvieron toda la tarde en el bar, junto con amigos y conocidos con total normalidad hasta que uno de los clientes que llegó después que ellos dos les preguntó de dónde eran. Según Mikel, tras contestarle que eran del País Vasco, el cliente les lanzó una serie de descalificativos. "Nos insultaron, yo me dí la media vuelta y seguí viendo el partido, luego salí del local y al entrar estaban los tres hombres pegando a mi hermano y fui a defenderlo", explicó el joven, quien asegura que los golpes que recibió le causaron la rotura de tres dientes, moratones en una pierna, daño en las cervicales y una contractura en el cuello. Además, su hermano menor también sufrió daños en un tobillo y en la cabeza.

Esa noche, al igual que otros tres implicados, Mikel tuvo que ser atendido en el Hospital Virgen del Puerto en Plasencia y al día siguiente asegura que estuvo detenido desde las once de la mañana hasta las diez y media de la noche hasta que declaró y quedó en libertad sin cargos. Mikel y su hermano han presentado ya una denuncia contra los presuntos agresores.

Por otro lado, ayer también otro de los implicados en la pelea, Mario González, ofreció otra versión distinta de los hechos aunque también aclaró que la pelea no estuvo relacionada con el tabaco. "No ha tenido nada que ver el tabaco, solo que encendieron un cigarro y nos ofrecieron marihuana hasta que les pedimos que nos dejaran en paz", explicó ayer González, camionero de profesión que desde el 2 de enero se encuentra de baja laboral tras sufrir importantes heridas en el ojo izquierdo por cristales durante la pelea.