El arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, se felicita de que ante «la progresiva instauración de la cultura del descarte», con leyes como las del aborto o el trato a enfermos crónicos y ancianos, Extremadura opte «por la cultura de la vida, la atención y el cuidado, en lugar de la cultura de la muerte». Así lo expresa en su carta semanal en la revista ‘Iglesia en Camino’, con motivo de la celebración el pasado 25 de marzo, de la Jornada por la Vida.

«Celebrar la vida significa, también, reconocer que el valor de la vida humana está alcance de la razón humana», señala Celso Morga, que lamenta que corran tiempos «en los que este acceso al valor de la vida desde la razón está a veces plagado de dificultades e incertidumbres». A su juicio, hoy «se justifican algunos atentados contra la vida» en nombre de los derechos de la libertad individual.