Los hechos acaecieron a eso de la media noche del primer día de 2010. El concejal del distrito certificó la causa y hora de la muerte. Certificó, ratificó y no dejó un resquicio de contrarréplica. Salió del saloon del ayuntamiento y dejando pasar el polvo árido de la plaza miró a un lado y a otro y dejó pasar las balas, los chismes y ajustes de cuentas al más puro estilo spaghetti western. Sinopsis de la historia.

Cerramos este ejercicio matando el matadero. El cambio que se realizó del artículo 26 de la Ley 7/85 Reguladora de las Bases de Régimen Local en el 1996, ampara al Ayuntamiento pacense para no hacerse cargo del mismo. Las deudas que arrastraba este servicio por su mala gestión, más de 500.000 euros en 2008, le ha venido que ni pintado para su cierre definitivo.

Las propuestas planteadas para mantener la actividad por parte de los ganaderos, como la reducción de los días de matanza o la apertura del centro desinfección de camiones entre otras, fueron guillotinadas y abolidas con estilo versallesco. Como solución de momento, los industriales tendrán que enseñar a las vacas, cerdos y corderos a pedir un billete en la estación, sólo ida, para coger el primer bus, destino matadero de Olivenza. Matadero obsoleto, a la espera de la apertura del nuevo, que dicho sea de paso es de los pocos, si no el único donde se sacrifican toros de lidia. Sin embargo la cuna de los grandes banderilleros sigue siendo Badajoz. Estos pseudos muletillas que olisquean intereses de todo tipo y se ponen el traje de faena sin haber tomando ni tan siquiera la alternativa. Al final los que sufren estas desavenencias son siempre los mismos, los empresarios del sector que todavía no saben cuál será el cadalso de sus negocios.

Una pena, la verdad. Uno de los pocos sectores de los que podemos hacernos eco en medio mundo. Porque no nos engañemos, de la dehesa de momento sólo podemos aprovechar la montanera. Y exportar jamón curado o ternera de primera como producto de calidad nos otorga un valor añadido, que sin duda nos sirve de herramienta publicitaria, como denominación de origen y elemento de marketing fuera de la región. Desgraciadamente a estas alturas, nos tenemos que resignar con el garrote vil. Algo así como de parte del señor alcalde se hace saber que como egregia corporación que somos, cerramos el ilustre matadero y que aquel que tuviere que matar reses se las apañe por la gracia divina del munícipe por antonomasia .