La imagen de un vehículo detenido en el arcén de una carreterra junto a un Guardia Civil que escribe en un cuaderno la infracción cometida por el automovilista es cada vez más difícil de ver en Extremadura, según las estadísticas del instituto armado. El volumen de multas de tráfico no para de descender en la región --especialmente en la provincia de Badajoz-- en los últimos años, al igual que ha sucedido en algunas otras zonas de España. Fuentes del cuerpo han explicado a EL PERIODICO EXTREMADURA que los agentes protestan así por su situación laboral.

En el caso de las denuncias con radar, en los cinco primeros meses de este año los agentes han cazado en Extremadura a un total de 8.686 vehículos, un 19% menos que en el mismo periodo del 2001. En el caso de Badajoz, este subsector de Tráfico redujo las multas del radar en casi un 35% en los dos últimos años. Aun así, casi una de cada tres sanciones de la Guardia Civil --el 26,2% concretamente-- se produce por este método de detección.

MAYOR DESCENSO EN BADAJOZ

En las sanciones en las que no participa el radar, las que son contra la Ley de Seguridad Vial (falta de documentación, circular sin cinturón de seguridad...) también se aprecia un paulatino descenso. Entre enero y mayo de este año, los agentes de Extremadura han realizado 24.377 denuncias, frente a las 27.177 del mismo periodo del 2002 y las 28.201 de los cinco primeros meses del 2001. Entre el 2001 y el 2003 se ha producido una caída de las multas del 13,5% en la región, si bien en el caso de Badajoz ha sido del 17% frente al 9% del subsector de Tráfico de Cáceres. En suma, el conjunto de denuncias de todo tipo ha caído en la región un 15% en dos años.

Lo que se ha denominado huelga de bolis caídos está teniendo un seguimiento desigual en España, si bien se aprecia una tendencia generalizada a la disminución de las multas que ponen los agentes. Estos se quejan de tener que patrullar individualmente --esta iniciativa aún no funciona en Extremadura--, de cobrar menos que otros cuerpos y fuerzas de seguridad, del régimen disciplinario excesivamente rígido y de trabajar demasiadas horas.

Según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), los agentes de Tráfico sufren además de escasez de medios, así como de material y vestuario para el trabajo.