La actuación del Coro del Conservatorio Superior de Música de Badajoz en la plaza de España ante los pasos de Jesús de la Espina y la Virgen de la Amargura, y las saetas dirigidas al Cristo de la Angustia y la Virgen de la Misericordia, en Puerta de Palmas, fueron algunos de los momentos más especiales vividos en las procesiones de ayer en Badajoz. Cuatro pasos recorrieron distintos puntos de la ciudad, a ambos lados del río.

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Espina y María Santísima de la Amargura salió casi una hora más tarde de lo previsto, que era a las nueve de la noche, mientras que la Hermandad del Cristo de la Angustia y María Santísima de la Misericordia fue puntual. La primera lo hizo de la iglesia de las Descalzas, en pleno casco antiguo, y la otra de la parroquia de San Fernado y Santa Isabel, en la margen derecha del Guadiana.

Tras atavesar el río por el puente viejo, los pasos del Cristo de la Angustia y la Virgen de La Misericordia llegaron a Puerta Palmas, donde se pronunció el Sermón de las Siete Palabras. A continuación, la peña pacense La Encina rindió un homenaje a Paco Chicho , un saetero fallecido recientemente que durante años cantó al Cristo de la Espina.