La llegada del primer bebé supone un desembolso en su primer año de vida de no menos de 6.200 euros, siendo la alimentación y la ropa los apartados que copan buena parte del presupuesto de la pareja para atender las necesidades iniciales del hijo.

Este cálculo ha sido realizado en base a un estudio efectuado por la Unión de Consumidores de Extremadura, que recuerda que la economía influye mucho a la hora de tener un hijo, sobre todo ahora, dado que a las dificultades de encontrar un trabajo estable en la actualidad se suma el hecho del desembolso que supone la crianza del menor. Incluso, según esta organización de consumidores, una de las razones por las que las parejas posponen el momento de convertirse en padres es económica.

Necesidad de ayudas

En este sentido, la Unión de Consumidores de Extremadura considera imprescindible que las administraciones nacional, regional y local concedan ayudas a la natalidad. Además, y dado que España se ha convertido en el cuarto país del mundo con menos nacimientos, con una tasa de natalidad de 1,38 hijos por mujer, se corre el riesgo de seguir descendiendo si las administraciones "no se ponen las pilas", indica la técnico de la UCE Lali Bermejo.

Según el estudio realizado por esta asociación e incluido en el último número de su revista Consumidorex, la llegada del primer hijo supone un gasto de 6.249 euros en su primer año de vida, comprando "lo mínimo" indispensable y a precios medios.

Entre los principales desembolsos destacan los 675 euros que los padres gastarán en adquirir una cómoda y una cuna; 750 en el cochecito de paseo; 70 en una bañera y el cambiador; 145 en la trona y el parque-cuna; 1.075 en ropa de bebé; 420 en ropa para la cuna y el coche; 590 en pañales; 1.100 en alimentación, o 875 en guardería.

Elementos de seguridad, botiquín y aseo son también otros de los gastos a los que tendrán que hacer frente los progenitores, por lo que UCE insiste en la necesidad de que las administraciones vuelvan a conceder ayudas a la familia, inexistentes en la actualidad.

"Siempre se ha dicho que los jóvenes son el futuro de nuestra sociedad --señalan desde UCE--; sin embargo, si la natalidad sigue en descenso, cada vez será menor la población joven y mayor la anciana". "Si no existen buenas políticas orientadas a la protección de la familia --añade--, y mientras siga esta tremenda crisis económica, el número de nacimientos continuará en descenso".