Casi medio millar de especies de la región integran el catálogo de especies amenazadas de Extremadura, la herramienta que aglutina a todas aquellas variedades de fauna y flora cuyo futuro está o puede estar comprometido. Desde mediados del 2015 se enfrenta a la primera revisión exhaustiva en 15 años. No es que no se haya hecho un seguimiento, que sí ha existido a través de distintos informes, pero no una revisión formal que, según explican desde el área de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, prevé completar a finales del 2016. En todo caso, en el primer trimestre del año comenzarán a aplicarse los primeros frutos de ese análisis: la incorporación de dos nuevas especies --el milano real y el sisón-- a la categoría de especies 'en peligro de extinción'. Ambas estaban ya integradas en el catálogo de especies amenazadas, pero bajo otras figuras de protección, aunque el retroceso experimentado en los últimos años en sus poblaciones han elevado la alerta sobre ellas. Además, dentro de ese proceso de revisión también se está estudiando la posibilidad de sacar al lobo del catálogo. "No es que no esté amenazado, pero hace 10 años que no se constata la presencia de ningún ejemplar en Extremadura", advierte Javier Caldera, experto del área de Medio Ambiente que participa en la revisión del catálogo. Ahora figura como especie en peligro de extinción y eso supone destinar fondos y personal a desarrollar planes para su conservación, aunque no hay ejemplares.

Con las dos nuevas incorporaciones, el catálogo tendrá 23 especies en peligro de extinción y otras 430 bajo alguno de los cinco grados de amenaza. "No recuerdo que se haya sacado a ninguna especie porque se haya recuperado su población en la última década", advierte Caldera.