Las escasas gotas de lluvia que cayeron a primeras horas de la tarde hacía presagiar una nueva jornada de procesiones marcadas por la lluvia. Pero finalmente el tiempo respetó y por fin las calles de Mérida se llenaron de nazarenos, casi cuatrocientos, y de pasos de Semana Santa, cuatro en total. Esta comitiva se repartió en los itinerarios realizados por dos hermandades, la más antigua y la más joven.

Los primeros en salir fueron los hermanos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Nuestra Señora de las Lagrimas, con los dos pasos que dan nombre a su cofradía. Su sede en la parroquia de San Juan les obliga a realizar un largo recorrido. Para evitar llegar muy avanzada la madrugada, este año salieron a las siete y media de la tarde.

La Hermandad del Calvario portó sus cuatro pasos --Oración en el huerto, Flagelación, Jesús Nazareno y la Virgen de la Amargura--. Pero fue el Nazareno el protagonista de la noche, ya que por primera vez en medio siglo regresó a su parroquia, la de Cristo Rey, para quedarse, ya que hasta ahora permanecía en la Concatedral de Santa María.

Hoy se celebra uno de los grandes hitos de la semana de pasión emeritense, el Vía Crucis en el Anfiteatro.