Un niño de siete años, natural de Arroyomolinos de Montánchez, falleció el pasado domingo ahogado en la charca Dehesilla de la Vera, situada a unos seis kilómetros de su localidad. Se trata de un lugar, indicó ayer a este diario su alcalde, Manuel Molero Bernáldez, muy frecuentado por los vecinos del pueblo para la práctica de la pesca y como zona de ocio, pues está dotado de merenderos.

Todo parece indicar que el pequeño, "en un descuido de sus padres, entró voluntariamente en el agua o se cayó y, como no sabía nadar, se ahogó". Así consta en el parte facilitado a la Subdelegación del Gobierno por la Guardia Civil, en cuyo centro se informó hacia las 21.00 horas del domingo de la desaparición de un niño: "Cuando la dotación llegó al lugar el pequeño estaba ya en la orilla, inconsciente, y era atendido por personal del servicio de emergencias 112".

Por parte del Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura se informó ayer que el trágico suceso se produjo alrededor de las 21.10 horas, y hasta el lugar se desplazó de forma inmediata un equipo médico y una ambulancia asistencial del Centro de Salud de Alcuéscar, una unidad medicalizada del 112 con base en Cáceres y una patrulla de la Guardia Civil.

El equipo médico del Servicio Extremeño de Salud desplazado al lugar asistió y practicó maniobras de reanimación cardiopulmonar al niño, que había permanecido bajo el agua más de 15 minutos. Tras los primeros auxilios, el pequeño fue trasladado por la Unidad Medicalizada del 112, aún con vida, al hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, donde falleció poco después.

Entre fuertes muestras de dolor, en Arroyomolinos, donde ayer todos se mostraban consternados por este trágico suceso, se oficio a las seis de la tarde la misa-funeral por el pequeño.

TERCERA MUERTE

En la provincia de Cáceres se han producido ya este año tres muertes por sumersión (ahogados). Así lo indicó ayer a EL PERIODICO José María Montero, director del Instituto Anatómico Forense de Cáceres, donde a primera hora de la mañana de ayer se realizó la autopsia del pequeño.

La del niño de Arroyomolinos fue una muerte accidental, pero las dos anteriores, ocurridas ambas en la localidad de Logrosán, fueron suicidas, "algo habitual, teniendo en cuenta que el 40% de las muertes suicidas en esta provincia son por sumersión".

El año pasado fueron dos las muertes por sumersión registradas en la provincia cacereña, una de ellas accidental y otra suicida.