Más de 600 niños de 22 comparsas participaron ayer en el desfile infantil del Carnaval de Badajoz. Los niños, con vistosos trajes y tocados, de colores fuertes y grandes plumas, hicieron frente al frío y la lluvia, que había amenazado durante toda la tarde y que empezó a caer cuando las primeras comparsas llegaban a San Francisco, donde terminaba el recorrido. Parte del público aguantó estoicamente, paraguas en mano, hasta que llegó la última formación.

El desfile lo encabezaba Asitaka La Movida Asitaka, y lo cerraba la comparsa infantil de Infectos Acelerados. Casi todas portaban una pancarta reclamando el Museo del Carnaval. Como curiosidad, entre los participantes había una pequeña de tres meses, de la comparsa Vaivén, que defiló en su cochecito.