El estrés está en quienes somos un poco neuras, perfeccionistas, omnipotentes, con falta de humildad, diría yo. No asumimos que a veces no se pueden hacer todas las cosas bien, sino sólo regular. Cuando uno se impone objetivos más allá de lo que es prudente, viene ese estrés que se combate con madurez, con reflexión, pensando que uno no es imprescindible para nada. Debes tener unidad de acción y pensamiento y reconducirte emocionalmente para no apartarte del objetivo que persigues en esta vida, donde hay una faceta reflexiva que percibe olores y colores y una faceta emisora que está siempre pensando y agota. Hay que autoeducarse para ser capaz de cortar la faceta emisora en un momento dado y sólo percibir.