Disminuye la edad de los usuarios hasta los 60 años y actúa contra la gripe A. Son las principales novedades de la campaña de vacunación contra la gripe que comenzó ayer en la región y durará hasta el 30 de noviembre.

Como siempre, son las personas mayores las primeras que se acercaron hasta los centros de salud para inmunizarse ante el virus, pero "todavía no se han enterado muchos". Estos mayores son el colectivo más numeroso del llamado grupo de riesgo al que el Servicio Extremeño de Salud (SES) destina este año 270.000 vacunas que han costado 1.575.600 euros. Pero también disponen de ellas las personas de cualquier edad que sufran patologías crónicas, incluida la obesidad mórbida, embarazadas a partir del tercer mes, sanitarios, policías, bomberos, docentes,...

En total esperan alcanzar el 80% de la población ´diana´, unas 260.000 personas. Pero vacunarse no significa no contraer la gripe. Su eficacia se estima en un 70%, según el subdirector de Epidemiología del SES, Mauro Ramos. La virulencia es difícil de predecir, pero los expertos estiman que esta gripe no será muy diferente a la de otras temporadas, que suele dejar 40.000 casos al año (37.000 el pasado).

Los factores que determinan que el virus afecte más o menos a la población son: la climatología, "los años más secos y con más frío suelen aumentar los casos, mientras los suaves y lluviosos dificultan la transmisión"; y entre la población vacunada, que la Organización Mundial de la Salud --quien elabora las vacunas con el visto bueno de expertos de la Unión Europea-- acierte o no con las cepas que componen la dosis.

Este año, se ha establecido una vacuna trivalente que incluye dos cepas de la gripe A (H1N1 y H3N2) y una de la gripe B (B Brisbane). Las primeras forman parte de la dosis habitual después de que se declarara en agosto el fin de la pandemia de la gripe A iniciada el pasado año. "Ha pasado a considerarse una cepa estacional y ha sido la mayoritariamente circulante durante la pasada temporada en España y prácticamente la única que circuló en Extremadura".

Por esta afamada gripe preguntó ayer Agustín Rivero, un paciente de 68 años con riesgo doble porque sufre problemas coronarios, antes de salir de la sala de la enfermera que le administró la vacuna elaborada para esta campaña. "¿Este año no hay vacuna de la gripe A?", preguntó. "No Agustín, eso fue el año pasado, este está incluida en la dosis que acaba de ponerse", le dijo la enfermera, Verónica Guerrero.

Esta profesional es de los seis que administra desde ayer las vacunas en el centro de salud de Nuevo Cáceres. Hasta noviembre dedican una hora al día a poner las dosis, el tiempo que le llevan atender a una media de 15 o 20 pacientes diarios cada uno y siempre bajo cita previa para evitar colapsos, destaca el coordinador del centro de salud cacereño, el doctor Luis Tobajas.

Fuera del colectivo considerado de riesgo, cualquier persona que lo desee puede vacunarse también siempre que adquiera la dosis, pero no es recomendable, asegura el doctor. "La vacunación protege a la población, pero también tiene un efecto paraguas. Si vacunamos a todos podríamos cometer un cierto error, ya que al haber una mayor resistencia podemos generar que aparezca un virus diferente", advierte.

Antes que Agustín, la enfermera Guerrero atendió a un matrimonio que se ha topado en Cáceres por casualidad con el inicio de la campaña. Residen en Mataró pero pasan unos días en la ciudad. Agustín Bote de 66 años y Catalina Ruiz, de 64, llevan años vacunándose --en Cataluña la edad de riesgo son 60 años desde hace tiempo-- porque así "no nos constipamos".