Los médicos no piden ni un endurecimientos de las penas ni más medidas coercitivas, sino que entienden los agresores que pegarle a un médico no le va a salir gratis.

Además, no apuestan porque haya agentes de seguridad en los centros de salud ni que se instalen cámaras de vigilancia como se ha llegado a sugerir. Consideran que su labor cara al paciente no se puede hacer ampliando las medidas coercitivas, sino mejorando la relación médico-paciente.

Según José Alberto Becerra, "hay que insistir en la concienciación social". Lo más importe a su juicio es no romper la relación médico/paciente. "Cuando se rompe, todo termina. Es la llave del sistema sanitario".