Si usted es mujer y tiene entre 50 y 69 años debe hacerse una mamografía cada dos años. Es la prueba más eficaz para prevenir el desarrollo del cáncer de mama, la enfermedad de este tipo más frecuente en el sexo femenino, con una incidencia anual de 22.000 nuevos casos y por el que el año pasado se registraron 6.000 muertes en este sector de la población española. Pero la detección precoz (a través sobre todo de las mamografías, precisamente) y los avances en los tratamientos permiten elevar las tasas de curación al 90%. Sin embargo, una de cada cuatro extremeñas (24,1%) en este tramo de edad no se someten a la citada prueba.

Extremadura está de este modo entre las comunidades con más reacias a las mamografías, solo por detrás de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (donde el índice alcanza el 50%) y seguida de Castilla y León (21,1%) y Asturias (19,4%). El miedo al diagnóstico y a la prueba en sí, pero también el desconocimiento o la falta de confianza, llevan al 17% de las españolas a eludir su cita con el método más efectivo para prevenir el cáncer de mama. Por el contrario, las habitantes del País Vasco y Navarra son las más concienciadas, con porcentajes de rechazo que se quedan en torno al 5%.

"La mamografía debe ser para cualquier mujer sinónimo de salud, no de enfermedad", manifestó ayer la presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que promueve el Observatorio del Cáncer, la entidad que ha recopilado los datos hechos públicos ayer. Según los mismos, así lo entiende ya el 83,6% de ellas, como destacó la doctora de Leticia Moral, que detalló que ocho de cada mujeres nacidas en España cumplen la recomendación de someterse a la prueba periódicamente, si bien la tasa baja a seis de cada diez en el caso de las inmigrantes. El perfil de quienes rechazan las mamografías es el de una persona con bajo nivel educativo y socio-cultural y con personas a su cargo.

El próximo martes se celebra el Día contra el Cáncer de Mama y la AECC ha activado una campaña para insistir en la conveniencia de las mamografías periódicas que, junto con los avances en los tratamientos, elevan cada año un 1,4% la supervivencia a este tipo de tumores. María Jesús Cano, que ha superado el cáncer de mama que le fue diagnosticado con 40 años, es el rostro de la campaña: "En noviembre tengo revisión con el oncólogo, tengo miedo, lo reconozco, pero estoy feliz", manifiesta.