La declaración de guerra de la Plataforma Extremeña Pro Ave es suficientemente descriptiva del sentimiento de indignación que tomó ayer Plasencia y las comarcas del norte. Desde los corrillos a pie de calle a la Cámara de Comercio y el Movimiento Social por la Universidad se habla ya de movilizaciones que la alcaldesa, Elia Blanco, está dispuesta a liderar porque "esto parece una tomadura de pelo y mañana mismo voy a pedir una entrevista con Alvarez Cascos".

Una especie de gabinete de crisis reunirá mañana en el ayuntamiento a la alcaldesa con la plataforma y en la Cámara de Comercio hay convocada a las 20.00 horas una asamblea donde la patronal reivindicará la parada del AVE "por pura generosidad con el norte, donde podíamos haber apostado por la línea recta como el camino más corto, pero defendimos un AVE que vertebre toda la región y ahora recibimos esta enorme agresión", según su presidente, José Jarones.

La plataforma siente frustración porque "el mismo norte que ha sido un verdadero motor en favor de un AVE vertebrador de la región se queda ahora fuera", en palabras de su coordinador, Paco Martín. El PP guarda silencio y la alcaldesa y el PREX le piden explicaciones.