Podría decirse que en el trámite de enmiendas al presupuesto estatal ha habido regiones a las que les ha tocado el premio gordo mientras otras han tenido que conformarse con la pedrea. Entre las primeras estaría, sobre todo, Cataluña, que recibe 54,5 millones de los 146 millones en los que se incrementa el capítulo de inversiones. También sale bien parado el País Vasco, con 30 millones, y quedan en una zona intermedia Galicia y Castilla y León, con 16 millones adicionales.

Otras, como Extremadura, Baleares o Canarias se tienen que conformar con entre tres y cinco millones, pero al menos no pierden inversión sobre el proyecto presupuestario como ocurre a Andalucía y La Rioja.

En cuanto al origen de los fondos, cabe señalar que según se desprende del documento presupuestario, una gran parte proviene de la asignación a proyectos concretos de dinero que estaba adscrito a la partida no regionalizada. Así, esta partida serviría para contentar a los socios parlamentarios que tienen que apoyar el presupuesto sin detraer inversiones ya anunciadas en otros territorios.

Tras los cambios, el gasto en infraestructuras previsto por el Estado en Extremadura para el año presente queda fijado en 572 millones de euros, sumando la inversión de los ministerios y la de las sociedades y entidades públicas estatales.

Por encima de la media

Esto deja a la región en una situación intermedia si se mide el gasto por habitante y en un lugar muy poco airoso (penúltimo) si se toma en cuenta el gasto por superficie, ya que se trata de inversiones que pretenden vertebrar territorios.

De este modo, en gasto por habitante Extremadura quedaría muy cerca de los 528 euros, lo que supone 88 euros por persona más que la media nacional. Esta inversión la coloca como la novena región, muy por detrás de comunidades como Aragón, donde el gasto por habitante supera los 769 euros, o Asturias, donde está en 726 euros. En cambio, supera --además de a País Vasco y Navarra cuyo régimen de financiación les supone menos inversión estatal directa-- a Canarias (313 euros por habitante) y Valencia (370 euros).

Si el criterio comparativo que se utiliza es el de gasto según territorio, la situación extremeña empeora, y baja hasta la cola del país.

Frente a una media nacional de 38.423 euros por kilómetro cuadrado, en Extremadura la inversión es de 13.738 euros. El primer lugar, y muy destacado, lo ocupa Madrid, con un gasto de 320.244 euros por cada kilómetro cuadrado de territorio, seguida de Cantabria (76.237 euros) y Valencia (74.740 euros).