Hace cuatro años, 16 alcaldes hurdanos protagonizaron un amago de rebelión , al exigir a la Junta que autorizase la instalación en la zona de parques eólicos con una inversión total de 130 millones de euros, y que supondría para los ayuntamientos ingresos de 800.000 euros como media por licencias de obras, más otros 600.000 euros anuales en concepto de alquiler de terrenos.

Días más tardes, el propio presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, desvelaba que la oferta a los municipios de Las Hurdes era sólo la punta del iceberg, ya que tenía sobre su mesa más de 150 proyectos, con una inversión conjunta que superaba los 3.000 millones de euros.

Sin embargo, Ibarra explicaba que no se cederían paisajes a cambio de molinillos, puesto que Extremadura lo que necesitaba en realidad no es energía eléctrica, ya que genera más de la que consume, sino industrias y empleos. Por eso, vinculó la autorización a los parques eólicos a que las empresas interesadas, que también cuentan con división de fabricación de componentes de alta tecnología, instalasen en la región industrias de este tipo, que garantizasen empleo estable.

Nuevos proyectos

Se abrió así una moratoria de hecho, puesto que ninguna de las promotoras de los parques eólicos parecía dispuesta a cumplir las condiciones marcadas por Extremadura.

Las palabras del presidente extremeño el pasado miércoles han puesto fin a esta situación. El anunciado cierre de Almaraz en el 2010 obliga a replantearse el mapa energético regional, y por ello Ibarra anunció que se está diseñando un plan alternativo, donde entraría la energía eólica.

No es que las condiciones hayan cambiado en esencia, aunque sí se han suavizado, y se sigue advirtiendo a las empresas que deben garantizar empleo estable y que, además, las concesiones se harán por concurso, donde la generación de puestos de trabajo tendrá tanto o más valor que la generación de energía.

Con todo, las eléctricas han empezado a desempolvar proyectos, y a preparar otros que no se habían presentado, aunque sí están en cartera. A las compañías que operan en la región, Iberdrola y Endesa, se suman otras como Gamesa o EHN, aunque esta última podría operar a través de Energías Eólicas Europeas, donde también está Iberdrola.

En todo caso, los molinillos pueden ser una fuente energética complementaria, pero no la panacea, según advirtió el director de la Agencia Extremeña de la Energía (AEE), Fernando López, quien matizó que "no debemos confiar demasiado en la energía eólica en la región, porque las condiciones de Extremadura hacen que no sean rentables grandes instalaciones, si acaso, minparques en determinadas zonas". De hecho, la proyección de esta energía para la región hasta el año 2010 habla de una potencia instalada de 225 Megawatios, mientras que los dos grupos que componen la central nuclear de Almaraz suman una potencia casi diez veces mayor.