La población inmigrante con permiso de residencia en Extremadura creció un 25% durante el año 2003, al pasar de 9.784 extranjeros regularizados que había en el 2002 a los 17.123 actuales. La tendencia en los últimos años evidencia un incremento del 75% de inmigrantes en situación legal en la región desde 1999, pero ha sido en el último año cuando se han producido el mayor aumento, con 3.384 personas más regularizadas. La gran mayoría (más de 12.600 extranjeros) llega de países no comunitarios y más de la mitad del total se ubica en la provincia de Cáceres.

El incremento experimentado en los últimos doce meses en la región es proporcional al que se ha producido en el resto de España, aunque en Extremadura es muy notable debido a que en este período de tiempo la regularización de inmigrantes que se ha registrado suma casi la contabilizada en los cuatro años anteriores, según los datos del Ministerio del Interior de los últimos cinco años.

Así, el número de extranjeros que han legalizado su situación en la región no ha dejado de aumentar desde hace cinco años, pero de forma paulatina. De las 9.784 personas con permiso de residencia en la región en 1999, se pasó a las 10.508 en el 2000; aumentó hasta alcanzar las 12.535 un año después; 13.739 en el 2002 y las 17.123 registradas el pasado año.

Los últimos datos del Ministerio del Interior reflejan que de los más de 17.000 inmigrantes legales que hay en la región, 3.597 proceden de países europeos, 3.021 de Iberoamérica y los 10.505 restantes de otros países.

Este espectacular aumento ha sido superior incluso al de los años en que se abrieron procesos de regularización, mientras que en la actualidad sólo se accede a la legalidad por las diversas vías régimen general, el contingente anual, la reagrupación familiar y el arraigo.

VALORACION SINDICAL Además, se da la circunstancia de que la mayoría de los inmigrantes que regularizan su situación están en la provincia de Cáceres, mientras en la de Badajoz afloran los denominados sin papeles .

En cualquier caso, desde los sindicatos se quita hierro a este crecimiento y aseguran que "es un porcentaje de inmigrantes de los más bajos de España y en Extremadura no hay un problema de excesiva presencia de inmigrantes", manifestó ayer a este periódico Valentín García, secretario regional de CCOO.

García achaca también este crecimiento a la llegada de inmigrantes desde otras regiones, y descarta cualquier relación con la demanda de mano de obra al considerar que "no hay relación directa". En su opinión, "es lógico" que estas persones quieran regularizar su situación porque "quieren ser visibles y tener los mismos derechos".

Sin embargo, un informe del Consejo Económico y Social (CES) de Extremadura ya aconsejaba en el año 2002 a frenar la inmigración en Extremadura al considerar que el mercado laboral ya no lo justifica.

El estudio refleja que la inmigración tiene un marcado carácter económico y centra el trabajo de estas personas en la agricultura y, en menor medida, en el trabajo doméstico y los negocios propios. El CES asegura que los marroquíes suelen encontrar empleo como eventuales agrarios en el noreste de Cáceres, o dedicarse a la venta ambulante; los iberoamericanos optan por la construcción y el trabajo doméstico; mientras que los asiáticos buscan más las ciudades para crear su propio empleo.

A este respecto, desde UGT ya se ha anunciado que propondrá en la negociación del V Plan Regional de Empleo que se contemplen por primera vez medidas específicas para fomentar el empleo de calidad entre el colectivo de trabajadores inmigrantes.