Extremadura cerró el 2004 (último año del que se tienen datos definitivos) con una pérdida de población autóctona de 522 personas según el INE y 213 según la Junta. De este modo, la región encadena ya ocho años con un saldo vegetativo negativo, es decir, que el número de muertes supera en cada ejercicio al de nacimientos.

De este modo, desde que el saldo vegetativo entró en cifras negativas, en 1997, el número de extremeños ha descendido en 4.423. La principal razón de este descenso es la bajada en la cifra de nacimientos, mantenida año tras año y que ha hecho que desde el 2001 el número de nacidos en Extremadura no alcance los diez mil. Mientras, la cifra de muertes se mantiene en niveles muy similares, alrededor de los 10.400 fallecidos por año, excepto en el 2003, donde hubo un incremento de las muertes y se superaron las 11.200.

Mientras, a nivel nacional el saldo vegetativo se mantiene en positivo, tras superar un periodo a finales del siglo pasado donde se acercó a cero. Ahora la tasa de crecimiento es del 1,94 por mil, similar a la de principios de los años 90, aunque muy lejos de lo que ocurría hace 30 años, cuando el saldo estaba en el 10,4 por mil de crecimiento anual.

La Junta hizo público ayer un comunicado donde destaca que el saldo vegetativo negativo de Extremadura bajó en el 2004 respecto al año anterior. Sin embargo, las cifras que se ofrecen no coinciden con las del INE. Así, el Ejecutivo regional habla de un descenso de 213 personas en el 2004 frente a las 886 del 2003. Sin embargo, el INE recoge una caída de 522 personas en el 2004 y 1.265 en el 2003.

Por otro lado, en la nota de prensa de la Junta se indica que la edad de la maternidad de las extremeñas sigue al alza, puesto que en el 2004 el 60% de las madres superaba los 29 años, lo que supone un punto porcentual de incremento respecto al año anterior. Además, se incrementó el número de matrimonios un 2%, alcanzándose la cifra de 5.582 en el año 2004.