"Nunca encontramos nada nuevo. Todo ha sido inventado ya, todo ha sido hecho ya antes por alguien. Es una gran verdad que en Japón, en medio de la gran controversia por la influencia de la modernidad y por la manipulación de que ha sido víctima, sin embargo, los japoneses han conservado el amor por los pequeños detalles. Ellos tienen esa filosofía de que cuando alguien hace algo, por pequeño que sea, procura hacerlo muy bien, pero sin competir con nada ni con nadie. Me gustaría que esa filosofía estuviera en Belgais, pero vivimos en un mundo en el que las cosas no se tienen que hacer bien, sino mejor que como lo hace el otro. Eso es la muerte del ser humano, ese sentir que tengo que matar al otro para poder ocupar su lugar".