El paro ha vuelto esta semana a darnos una bofetada de realidad. Es la metástasis de la crisis. Un camino empinado desde 2008 que deja ya demasiadas bajas en el grupo que busca llegar a la cima. La cifra oficial roza los cinco millones de parados en España, mientras que en Extremadura se acerca cada vez más a los 150.000 extremeños. Desde que comenzó la crisis, pongamos el año 2008, más de 67.000 personas en la región se han inscrito en las oficinas del Sexpe. Para que se hagan una idea, es como si todos los habitantes de Plasencia (41.000) y Villanueva de la Serena (26.000) estuviesen en el paro.
Los datos son contundentes pero mirarlos con detalle puede dejar también grandes sorpresas. En medio de este desierto de la crisis, existe un oasis compuesto por once pueblos extremeños en los que ha bajado el paro desde 2008 hasta hoy. La crisis no ha podido con ellos. Esta Galia de once 'Asterix y Obelix' que hacen frente al Emperador Crisis se convierten en faro y camino a seguir.
El pueblo en el que más ha bajado el paro con la crisis es Higuera de Llerena, seguido por orden descendente, por Ruanes, Hinojosa del Valle, Carrascalejo, La Granja, Pescueza, Santibañez el Alto, Cedillo, Barrado, El Carrascalejo y Acedera. Es cierto que son pueblos pequeños --tienen una media que apenas llega a los 400 habitantes-, y que la caída del paro es mínima --entre 1 y 7 parados menos que en 2008-- pero el solo hecho de resistir frente a la crisis hace que llamen la atención.
Son municipios que sacan pecho estos días por unos datos que los sitúan como ejemplo en Extremadura aunque tampoco pierden de vista la realidad. El alcalde de Hinojosa decía estos días que la satisfacción es a medias porque "desgraciadamente" no han cerrado grandes empresas en su pueblo. "No las hay", añadía.
El análisis de los datos del Ministerio de Empleo deja más estadísticas llamativas en Extremadura. Entre las 30 localidades mayores, las de más habitantes, hay algunas que resisten mejor que otras la embestida del paro. En todas sube el desempleo pero en cinco, casi se doblan las cifras de 2008. Montehermoso (+110,64%) ,Trujillo (+97,01%), Plasencia (+96,22%), Arroyo de la Luz (+85,03%) y Cáceres (+82,63%) encabezan ese ranking de ciudades que en los últimos cuatro años más empleo han destruido en Extremadura.
XEN MUCHASx de ellas sus alcaldes reconocen que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha hecho mucho daño y que es muy difícil buscar alternativas para jóvenes sin estudios que han trabajado sólo en la construcción.
La semana también ha tenido un claro protagonista: Gerardo Díaz Ferrán . El dirigente de la patronal española desde 2007 a 2010 ha entrado por la puerta grande de los grandes defraudadores del país. El que dijo aquello de "para salir de la crisis hay que trabajar más y cobrar menos" ha resultado ser un fraude. Y lo peor es que el sistema ha tardado en darse cuenta. Es más, fíjense en un dato, ¡su declaración de la Renta en el último año le salió a devolver!
Al expresidente de Marsans, y protagonista de la llamada 'operación crucero' le espera ahora un buen viaje por la cárcel --y con todos los gastos pagados--.
Muchos de los acreedores de Díaz Ferrán eran bancos, los protagonistas, de nuevo, de la semana política en Extremadura. El impuesto cero del estado a los depósitos bancarios ha conseguido algo que pocas veces se da: poner de acuerdo a todos los partidos en la región.
Tanto PP, como PSOE e IU ya han dicho que no les gusta eso de que la banca tenga un impuesto por el que no pague nada, y que sean los ciudadanos, con sus impuestos, los que paguen los más de 30 millones de euros anuales que la banca tenía que darnos por este gravamen extremeño. ¿llegará o no este impuesto otra vez al Constitucional?
XHAY MIEDOx de que se tire allí otros diez años y por eso el gobierno extremeño e IU se decantan por el diálogo con el ministro Montoro . El PSOE sin embargo opta por mandarlo de nuevo a los tribunales y seguir cobrando de los bancos. Más allá de las cuestiones económicas, el asunto ha servido para evidenciar de nuevo el mapa político extremeño. IU y PSOE se alejan aún más y cuesta creer hoy que en esta legislatura vayan a ir de la mano en algo, y menos una hipotética moción de censura, de la que se llegó a hablar hace meses para principios de 2013.
A todo esto, mientras se mira a los bancos y sus impuestos, Caja Badajoz se desangra. 180 empleos y el cierre de 60 oficinas es un peaje demasiado caro para una caja que hace sólo unos años estaba considerada como de las más solventes del país. El matrimonio con Burgos y Aragón ha salido mal. Denuncian en la entidad pacense que tras casarse, aparecieron hijos secretos, amantes y deudas que el cura (Banco de España) tampoco pareció advertir. Mañana lunes hay asamblea de trabajadores para ver si firman o no los despidos para el día 15. Cuenten con un no rotundo y con movilizaciones. También con nuevos parados y con más madera para una enfermedad, la del paro, para la que sigue sin encontrarse antídoto.
En la caja pacense, ese antídoto sí existe, y es un dicho popular, mejor solo que mal acompañado.
