Los obispos extremeños mantienen su oposición y sus críticas a la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Consideran que su carácter obligatorio vulnera el derecho de los padres a la formación de la conciencia moral de sus hijos e invitan a las familias a ejercer la objeción de conciencia para defender este postulado.

El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil; y los obispos de Plasencia, Amadeo Rodríguez Magro; y de Coria-Cáceres, Francisco Cerro Chávez, defienden que Educación para la Ciudadanía es "contraria a la doctrina social de la Iglesia y al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales". En este sentido, respaldan que esta materia, como han exigido algunas familias y organizaciones, "debería ser de carácter opcional y no obligatoria".