Contado desde el punto de vista de un octogenario que espera la muerte tras una larga enfermedad que va minándole, el autor va desmenuzando los acontecimientos que transcurren a su alrededor y lo que pasa por su mente, sus sentimientos, sensaciones y pensamientos, tanto personales como todo lo relacionado con lo que le rodea, desde las noticias como la guerra de Irak y la degradación moral que está corrompiendo, siempre desde su punto de vista, a nuestra sociedad.

Este es uno de los dos proyectos que dejó inacabados el autor al fallecer, y que, a pesar de estar inacabados, ambos forman parte de lo mejor de este escritor. La otra obra, que también está publicada recientemente, se titula 'El río', como parte de la usual metáfora que usa habitualmente el autor para conformar el curso de la vida. Su compañera Olga y él empezaron a escribir, cada uno por su lado, los retazos de sus vidas hasta que confluyen, a la orilla de un río. Escritos a hurtadillas, para que el otro no conociera el contenido de lo que escribía el uno, y que, junto con unos escritos que relatan los primeros diez años de vida del autor, y que se publica en esta segunda obra póstuma junto con el que Olga había escrito y escondido.

El escritor José Luis Sampedro nació en Barcelona en 1917 y falleció, hace justo ahora un año (el 8 de abril de 2013) en Madrid. Con una trayectoria heterogénea que pasa por ser combatiente en el bando republicano durante la guerra civil, militar en Melilla, una vez finalizada la guerra, funcionario de aduanas en Santander, subdirector general del Banco Exterior de España, profesor visitante en diversas universidades británicas y profesor titular en la Universidad Complutense.

De formación mezcla de humanista y económica, era economista titulado, siempre mezcla ambas vertientes con un espíritu libre y liberal, a la vez que heterodoxo, con sutiles menciones en sus obras hacia el gobierno del momento y con una severa crítica a la decadencia moral y social de Occidente, del capitalismo brutal y el neoliberalismo.

Poco a poco, mezclando su actividad docente con la escritura, logra éxitos sonoros con 'La sonrisa etrusca' y 'La vieja sirena', que coinciden con el fallecimiento en 1986 de su esposa. En 1990 es nombrado miembro de la Real Academia de la Lengua donde se desmarca con un discurso de ingreso considerado un canto a la vida, el amor y la tolerancia, fuera de todo lo que hasta ahora se había realizado. En 2003 se casa con la poetisa Olga Lucas , absoluta protagonista de estas dos obras póstumas, sin ella nunca hubieran visto la luz, y con quien comparte largas estancias en Tenerife.

Con una larga lista, tanto de publicaciones exitosas como distinciones y premios, jalonan su larga trayectoria que incluye, además de todo lo anteriormente mencionado, el ser senador por designación real en 1977, merece ser considerado uno de los grandes de la literatura contemporánea de nuestro país.