Mientras se habla de que los jóvenes de hoy son una generación desorientada, desmotivada, que solo piensa en divertirse, Javier y Daniel estudian. Le dedican cada día el tiempo que consideran suficiente para sacar el curso adelante sin bajar la guardia ni descuidar tampoco sus aficiones, entre las que están las matemáticas.

Su pasión por esta ciencia los ha llevado a convertirse en los ganadores de la fase regional de la 53 edición de la Olimpiada Matemática Española, junto a Antonio Becerra Gutiérrez, del IES Bioclimático de Badajoz que ha quedado en segunda posición con 15 puntos. El primer puesto ha sido para Javier Sánchez Madruga, cacereño nacido en Coria que logró 18 puntos, y el tercer lugar para Daniel Peix del Río, con 12 puntos.

Ambos son alumnos del IES Hernández Pacheco de Cáceres, un centro que cada año suele ocupar algún puesto del podium gracias entre, otras cosas, a Antonio Molano, su profesor de Matemáticas. A pesar de estar jubilado desde este curso, sigue preparando a los alumnos interesados en esta olimpiada fuera del horario de clase. Durante un día a la semana los jóvenes pasan una hora y media, de 14.30 a 16.00 horas, con este docente para resolver problemas. «Sin estas clases no habría sido capaz de prepararme», destaca Daniel, alumnos de 1º de Bachillerato y además, Premio Extraordinario de Secundaria el año pasado.

«Desde siempre se me han dado bien las matemáticas, pero el profesor Molano me enseñó una faceta que atrajo mucho, las descrubrí realmente gracias a sus clases», destaca Javier, que no se esperaba ganar esta prueba. «Fue una sorpresa». Especialmente por su dificultad. «No se trata de un examen al uso, está centrado en la resolución de problemas que no se estudian en clase. Yo creo que es más dicífil que un examen de oposición», cuenta Molano, que de esta forma cubre el hueco de su vocación por la enseñanza una vez ya jubilado tras 42 años dedicado a la docencia.

Y eso es lo que más motiva a estos jóvenes. «Me gusta encontrarme un reto nuevo por superar, un problema que no pueda resolver y requiera ingenio, es como que engancha», apunta Daniel. «Si ves las matemáticas no como una obligación sino como algo interesante que está en la base de todo y lo intentas entender, son un mundo fascinante», apunta Javier.

La pasión por las matemáticas y las buenas notas de ambos cacereños (sus medias están entre el «nueve alto» y el diez) no les impide disfrutar de sus aficiones y de sus amigos. Javier es también actor, le gusta el teatro y el tenis, y Daniel disfruta con el fútbol (juega en un equipo y entrena a porteros en otros dos), con la magia y con el cubo de Rubik. Lo completa en poco más de seis segundos.

Por eso, aseguran que no se sienten identificados con la imagen social de la juventud. «No a todos los jóvenes nos gusta beber ni somos borrachos», se queja Daniel. «Es injusto generalizar, el problema es que hay jóvenes que ven esas salidas a un sistema educativo que no entienden», dice Javier.

Ambos quieren aprovechar su talento para las matemáticas y estudiar alguna carrera de esta área. Javier, cursa 2º de Bachillerato, está considerando hacer el doble grado de Física y Matemáticas «o alguna ingeniría que también tenga una base potente de estas materias». A Daniel, en 1º de Bachillerato, aún le queda un año más para pensárselo aunque ya sabe que no abandonará las matemáticas. Aunque esta asignatura suele ser un hueso duro para muchos estudiantes por su dificultad, estos alumnos recomiendan no negarse a ellas. «Si desde el principio crees que no lo vas a hacer, olvídate. Es fundamental cambiar la mentalidad». «En este mundo hay gente muy buena pero también gente que trabaja mucho», dice Molano, preocupado por la falta de vocaciones. Los tres clasificados extremeños se medirán con los mejores talentos de España del 23 al 26 de marzo en Alcalá de Henares. «Estos chavales son el salario emocional de cualquier profesor», zanja Molano.