Los tres grupos de la oposición atribuyeron ayer al "interés electoralista" el aplazamiento del examen de las oposiciones para celador y coincidieron en mostrar su indignación ante la "falta de respeto" del Gobierno regional hacia los 27.000 aspirantes que llevan meses preparándose para las pruebas y años pendientes de su convocatoria.

La portavoz de Sanidad del PSOE en la Asamblea, Consolación Serrano, consideró que la decisión del Ejecutivo es "un claro reflejo" del poco interés que tiene en el empleo público y su apuesta por la "la precariedad laboral, la eventualidad de los contratos y la inestabilidad". Serrano criticó que se haya aplazado el examen con tan poca antelación y tachó el proceso de "chapuza". Además, se cuestionó si el hecho de que no haya nueva fecha responde al interés electoral.

El diputado de IU Víctor Casco remarcó que la decisión es "una auténtica putada" para los opositores y apuntó que la Junta actúa "muy irresponsablemente" al aplazar las pruebas sin una nueva convocatoria cierta. Al igual que Serrano, Casco indicó que IU tiene la sospecha de que detrás hay "un interés electoralista" para que la convocatoria se acerque lo más posible a las próximas elecciones. También de "falta de respeto" y "chapuza" habló el portavoz del Prex-Crex, Damián Beneyto, a quien no le cabe la "menor duda" de que todo se trata de una estrategia política.

La portavoz del PP sin embargo, defendió que el Gobierno regional "está haciendo lo que tiene que hacer, cumplir la ley y atender las recusaciones en un ejercicio de transparencia y limpieza", y por ello mostró el apoyo de su grupo a la decisión adoptada. También sobre el asunto se pronunció Upex, que entiende que la Junta estaba incurriendo en un error organizativo y ve en el aplazamiento "una oportunidad" para que Plasencia no se quede fuera de la convocatoria.