Siete de cada diez extremeños están "muy orgullosos" de serlo, pero casi el mismo porcentaje experimenta la misma sensación por ser español. Con tal sentimiento identitario, no es de extrañar que la mayoría de los habitantes de la región respalden el Estado de las Autonomías (el 52,7%) y una gran parte considere que este sistema ha contribuido a que muchos asuntos se administren de un modo más cercano al ciudadano (47,3%). Además, casi un tercio de los extremeños considera que ha contribuido a mejorar la convivencia entre distintas regiones y nacionalidades, si bien en este caso un porcentaje similar cree que ha fomentado el desarrollo de los separatismos.

Son algunas de las conclusiones del Barómetro Autonómico II del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para Extremadura, elaborado a partir de 476 encuestas a ciudadanos de diversos puntos de la región. Ese orgullo autonómico no se ve mermado por la crisis, que condiciona claramente los resultados del informe, como demuestra la elevada preocupación de los extremeños por el paro, que el 93,3% sitúa como uno de los principales problemas de la región, seguido además de los problemas de índole económica (25,4%).

Por qué preocuparse

A continuación aparecen la sanidad (15,8%), la falta de tejido industrial (14,9%) y la vivienda (13%). En el extremo opuesto, o sea entre las cosas que menos quitan el sueño a los extremeños, están la violencia contra la mujer, el funcionamiento de los servicios públicos, la reforma de los estatutos de autonomía y la falta de ayudas e importación excesiva, todos seleccionados por solo uno (el 0,2%) de los encuestados.

Si se pregunta por un único problema, vuelve a encabezar la lista de forma indiscutible el paro (81,1%), con los dificultades de índole económica de nuevo en segundo lugar pero a gran distancia (5,7%) y con las de la agricultura, ganadería y pesca escalando posiciones hasta el tercer puesto (2,1%). Todo ello provocado por una mala situación económica que los extremeños no creen que les esté afectando más que al resto del país; el 56,1% declara que la están sufriendo "más o menos igual", mientras que en torno al 20% se sienten más perjudicados y a un porcentaje similar le ocurre lo contrario. En lo que la mayoría es pesimista es en su previsión de futuro, ya que el 47,9% cree que la región está poco preparada para salir de la crisis y un 27,3% lo recortan a nada.

Ante este difícil panorama, sin embargo, la gestión de la Junta obtiene un respaldo aceptable, ya que el 31,7% de los encuestados la valora como buena y el 47,7% como regular, frente al 10,7% y 3,8% que la ven, respectivamente, mala o muy mala. En el caso de la oposición, en cambio, la balanza se inclina hacia el lado negativo, ya que aunque un 43,5% ve su actuación regular, el 26,1% la considera mala frente a un 13,2% que la ve buena. Finalmente, la mitad de los extremeños consideran la labor de la Asamblea buena o regular, si bien de forma llamativa un 38% de los encuestados no sabe valorarla.