El nuevo curso escolar comienza dentro de poco, pero no con buen pie. El Gobierno tendrá que afrontar este año un otoño caliente en materia educativa. Y es que el descontento social por la nueva Ley Orgánica de Educación, aprobada por el consejo de ministros el 22 de julio, está latente. Asociaciones extremeñas de padres católicos y profesores de religión no están de acuerdo.

Una de las críticas más reiteradas por las voces de la comunidad educativa es la falta de libertad y las prisas por aprobar la ley. Según el presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos de Extremadura (Concapaex), Javier López, todo está yendo "demasiado rápido". Para este padre de dos hijos, "el nuevo gobierno ha sido llegar y querer desmantelar la ley anterior aprobada por el PP. No nos ha dado tiempo a ver si realmente era positiva".

Entre algunas de las reformas más polémicas propuestas por el Ministerio de Educación están la supresión de la reválida y la exclusión de la Religión como asignatura evaluable y computable a todos los efectos. "Si casi lo único que nos queda a los padres es elegir la educación de nuestros hijos, esta reforma recorta esta libertad. Nosotros queremos que los valores que les inculcamos en casa también se reflejen en los colegios", señala.

Manifestación

Con la vuelta al colegio, Concapa tiene previstas reuniones, primero a nivel regional y después a nivel nacional, con diferentes asociaciones y agentes educativos que han expuesto su descontento. Incluso, según señaló a este diario el presidente de Concapaex, Javier López, desean convocar una manifestación para octubre --aún se desconoce la fecha exacta-- para dejar patente su desconformidad.

Los padres católicos, descontentos con la ley, presentaron en el mes de mayo al Gobierno más de tres millones de firmas en contra de la ley --unas 140.000 de Extremadura--, según Javier López. Sin embargo, el Ejecutivo rechazó por escrito las peticiones de la Concapa, entre las que se encontraban la posibilidad de que la religión fuese evaluable y computable y "no como una asignatura optativa fuera del horario escolar".

En Extremadura, según la Concapaex, el 85% de los padres piden que se pueda estudiar religión sin que sea una carga más para los niños. "¿Qué niño se quedará a las dos y media a estudiar religión cuando sus compañeros se vayan a casa? No hay una alternativa seria".

Por su parte, los profesores de religión también se suman a esta protesta, entre otras cosas, por la falta de un marco profesional adecuado. De momento, habrá que esperar a las reuniones de la Concapa y a la manifestación de octubre, luego, el Parlamento decidirá.