Centenares de ovejas y cabras han recorrido ayer con sus pastores el centro de Madrid para reivindicar el uso de las vías pecuarias en la XXIV Fiesta de la Trashumancia, organizada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y el ayuntamiento de la capital.

Al son de la música de varios grupos folclóricos, el rebaño, formado por 1.300 ovejas merinas y 70 cabras retintas, salieron las 10.30 de la mañana de los rediles en la madrileña Casa de Campo, adonde llegó el viernes procedente de Babia, en los Montes de León.

Tras recorrer el centro de la capital, las ovejas y cabras llegaron hasta la plaza de Cibeles, donde representantes del ayuntamiento, de la Comunidad de Madrid y del ministerio agasaharon a los pastores.

Allí se efectuó el simbólico pago de los cien maravedíes que permiten el paso del rebaño por los lugares por los que discurría antiguamente la cañada real, en cumplimiento de la concordia firmada el 2 de marzo de 1418 entre los Hombres Buenos de la mesta y los procuradores del Concejo de la Villa.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, señaló que la fiesta de la trashumancia «da un color especial a una ciudad sencilla y abierta que es el rompeolas de todas las españas».

Carmena anunció que el año próximo, con motivo del 600 aniversario de la Mesta, el ayuntamiento prevé contar en primavera con su propio rebaño de 700 ovejas en la Casa de Campo.

La alcaldesa leyó el texto que tradicionalmente da la bienvenida a los pastores que dejan las dehesas de verano hacia las de invierno.

El rebaño regresó después a la Puerta del Sol y de allí a la Casa de Campo, donde pernoctó y pastó en sus prados antes de dirigirse hoy, lunes, al Parque Nacional de Monfragüe, en Cáceres.

Según la Asociación Trashumancia y Naturaleza, España es el único país del mundo con una extensa red de vías pecuarias, que abarca más de 125.000 kilómetros de longitud y 420.000 hectáreas de superficie, protegida desde el siglo XIII. Esta red permite al ganado recorrer mil kilómetros en primavera y otoño durante dos meses y a su vez interviene de forma rentable y sostenible en la conservación de los ecosistemas a largo plazo.

Su presidente, Jesús Garzón, recordó que España «tiene la tragedia del 50 por ciento de sus jóvenes desempleados mientras que nuestros pueblos se abandonan y están amenazados por la erosión y los incendios». En este sentido, aseguró que la ganadería trashumante ofrece «un empleo sostenible y de altísima calidad, al tiempo que ayuda a conservar unos pastos que poseen el mayor número de flores por metro cuadro del planeta».

La trashumancia

La migración estacional del ganado en busca de pastos tiernos, conocida como trashumancia, es hoy testimonial pero su práctica durante siglos ha dejado en España una extensa red de vías pecuarias que, en conjunto, superan los 120.000 kilómetros y constituyen un patrimonio único en el mundo. Hasta el siglo XIX, cinco millones de cabezas de ganado marchaban cada año hacia las montañas en primavera, y en otoño repetían el camino, esta vez de vuelta. Actualmente, se estima que no llegan al medio millón las reses trashumantes, aunque no hay datos oficiales.

Si bien la actividad ganadera trashumante es ahora muy reducida, su práctica durante siglos ha sido clave para la conservación de la ganadería extensiva y de las razas autóctonas y, en la actualidad, la conservación de las vías pecuarias como corredores verdes contribuye a la conectividad de los ecosistemas y la biodiversidad.

Las vías que transita el ganado están clasificadas en veredas -hasta 20 metros de ancho-, cordeles -hasta 37,5-, y cañadas -hasta 75 metros-, y se unen a través de coladas. De los 124.605 kilómetros de vías pecuarias que existen en España, con una superficie de más de 400.000 hectáreas --el 1 por ciento del territorio nacional--, 18.974 pertenecen a la red principal, la de cañadas.

Las principales son la Vizana o de la Plata, entre Asturias y Extremadura; la leonesa occidental; la leonesa oriental; la segoviana; la soriana oriental; la zamorana; la soriana occidental; la Galiana (Rioja-Ciudad Real); la conquense; y la del Reino de Valencia.

La tradición trashumante se remonta a los visigodos, aunque fue Alfonso X el Sabio quien procedió a regularla mediante la creación en 1273 del Honrado Concejo de la Mesta de Pastores, con el propósito de estimular el desarrollo de la ganadería lanar y aumentar la recaudación de tributos procedentes de los rebaños que cruzaban las tierras reales.